Hacía mucho tiempo que una película de acción no me enganchaba desde el principio como lo hizo “Taken”. Portentoso y sorprendente Liam Neeson soltando tiros y golpes tratando de liberar a su hija secuestrada por unos albanos con muy mala suerte. La película tiene un ritmo trepidante y aunque el guion por momentos peca de inverosímil, todo se perdona gracias al estupendo trabajo del actor Irlandés.