Pocas series pueden presumir de convertirse en clásicos, incluso de ganar la partida a filmaciones realizadas para la gran pantalla, la serie de “Los Soprano” es una de ellas. Pues cuenta con un guión sobresaliente que como los buenos vinos gana con el tiempo, es decir, con el avance de la trama temporada a temporada, sin perder ningún ápice de originalidad y frescura sino más bien todo lo contrario. Así la sexta temporada, que es la última, no tiene nada que envidiar a las anteriores.
Respecto a los personajes, tanto los principales como los secundarios, una vez los vas conociendo a través de sus andanzas y su oscura personalidad te das cuenta de la valía de esos escondidos guionistas, que con su talento, son los verdaderos artífices del éxito de “Los Soprano”. Pero si algún personaje resalta sobre los demás, sin duda es Tony Soprano, un personaje mítico ya dentro de la farándula mafiosa, con una gran interpretación, veraz y descarnada que te hará amarle y odiarle a partes iguales.

Con todo esto quiero decir que sin duda recomiendo esta serie para todos aquellos que cuenten con tiempo y que sepan degustar esas características tan especiales que atesora el correoso mundo de la mafia.