Comedia romántica tontorrona, basada en la premisa de que los varones del linaje del prota poseen la capacidad de trasladarse al pasado reciente, con la finalidad de "reparar" las situaciones comprometidas a las que se han visto arrastrados por su torpeza y/o estulticia. Rachel McAdams es mona pero sosita, y Domhnall Gleeson, hijo del enorme Brendan Gleeson, resulta un poco estomagante en ocasiones. Bill Nighy roba la función sin despeinarse cada vez que aparece en escena. Richard Curtis, guionista de las más entrañables Cuatro bodas y un funeral y Radio encubierta, escribe y dirige Una cuestión de tiempo, su tercera cinta como realizador. Nos seguimos quedando con Radio encubierta. De todos modos, cabe reconocer que, al ser una producción británica, nos libramos de las sandeces y mamonadas de las películas estadounidenses adscritas al género, algo muy de agradecer en los tiempos que corren.