Supongo que poca gente recordará una muy interesante película del olvidado Peter Medak, autor no obstante de dos obras de peso, La clase dirigente y, sobre todo, Al final de la escalera, una angustiosa película de terror que todo aficionado debería guardar en su filmoteca. El film en cuestión era Los Krays, un esforzado biopic sobre estos gemelos que impusieron su férreo estilo gangsteril en el Swinging London, coexistiendo con los Beatles, la minifalda, el op art y toda la parafernalia que acabó con la Gran Bretaña ramplona y pagada de sí misma que prefería mirarse el ombligo (la misma que hoy ha propiciado el Brexit). La cinta contaba con el aliciente suplementario de ver en los papeles protagonistas a los hermanos Gary y Martin Kemp, líderes de uno de los grupos pop de moda en aquel momento, Spandau Ballet, todavía en activo. Legend retoma a estos personajes tristemente célebres, lo más parecido a un gángster norteamericano trasplantado a Europa, y nos adentra en la psicología de ambos para explicarnos cómo consiguieron ser los amos del cotarro en aquellos años burbujeantes, pletóricos de cambios casi ininterrumpidos. Para ello cuenta con una Esforzada interpretación de Tom Hardy en el doble papel, convincente en el rol de Reggie y pasado de revoluciones cuando encarna a Ron (se supone que éste era el psicótico y el otro el normalito). Conocemos los entresijos de los bajos fondos y su relación con las altas esferas de la política y el dinero (como siempre), y el asfixiante círculo familiar de los Kray. Brian Helgeland filma con energía una historia pletórica de ruido y de furia, con escenas de una violencia casi insoportable. Atmosférica banda sonora de Carter Burwell y buena reconstrucción de los colores de la época a cargo de Dick Pope. Señalar la aparición de la cantante Duffy en el papel de Timi Yuro, vocalista hoy olvidada pero de gran predicamento en los años 60, y a la que Reggie Gray adoraba, y a ver quién descubre a Paul Bettany en un cameo rol. Mejor de lo que se dice.