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España España · Barcelona
Voto de Eduardo:
3
Terror Frank, el dueño de una tienda de maniquíes, es un hombre solitario y, a primera vista, inofensivo. Sin embargo, hay algo profundamente turbador en su mirada, que refleja un oscuro y siniestro secreto que resurgirá tras su encuentro con Anna, una joven artista que acude a él en busca de ayuda para una exposición. Alexandre Aja y Gregory Levasseur son los guionistas de este remake del clásico de culto de William Lustig. (FILMAFFINITY)
8 de julio de 2015
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es lo que tiene ser edípico: te pasas la infancia viendo cómo se follan a mamá de las formas más variadas, y tú pasando la mano por la pared; y de mayor te dedicas a matar tías a diestro y siniestro para vengarte de tu progenitora. En 1980, William Lustig dirigió un film de terror que adquirió rápidamente status de culto, si bien ignoro por qué. Protagonizaba y escribía la cosa el más bien tirando a feo Joe Spinell, al que acompañaba uno de nuestros fetiches eróticos del momento, la suculenta Caroline Munro. El tipo mataba y mataba, y les cortaba las cabelleras a las tías para ponérselas a unos maniquíes que tenía por casa, hasta que una fotógrafa se fijaba en él (vayan ustedes a saber por qué). El avispado Alexandre Aja, un chico que se cree muy listo porque va vampirizando y "poniendo al día" viejos éxitos del terror ochentero (Las colinas tienen ojos, Piraña, y ahora este bodrio) recupera 33 años después el film de Lustig y le da el papel del asesino al soso Elijah Wood, que ha enfilado un carrerón de pena en los últimos tiempos. Más slasher, más gore, más kétchup, para nada. Si el original despertaba cierta simpatía, el remake predispone en contra de sus "creadores". Imagino que alguien protestará mis comentarios, pero alguien tenía que decirlo, qué caramba.
Eduardo
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