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Voto de Charles:
7
2014
6,4
20.482
Ciencia ficción. Thriller. Intriga
Un agente especial (Ethan Hawke) de un departamento secreto del gobierno, una agencia creada en los años 80 que permite realizar viajes en el tiempo, tendrá que realizar una compleja serie de "saltos" hacia atrás en el tiempo con el fin de detener al conocido como "el terrorista fallido" (The Fizzle Bomber), un individuo que está poniendo bombas por todo el país con miles de víctimas. En uno de sus viajes a los 70, el agente, que ... [+]
10 de febrero de 2015
16 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Fue antes el huevo o la gallina?
Ya desde el principio, el viajero en el tiempo nos explica el dilema primordial, el cómo saber si se existe por elección o por puro azar. La acción contra la reacción. El hacer contra el dejar.
Si hay algo que el viajero en el tiempo no para de hacer es, precisamente, hacer. La corriente temporal es demasiado caprichosa como para dejarla ir por libre.
Una nota de hospital lee "ligera psicosis".
Puede que haya algo de eso en la vida de este hombre, perfeccionista, planificador, paciente... y en última instancia, solitario. Un hombre contenido en si mismo, una isla, no un héroe.
Su obsesión (o podríamos decir su ligera psicosis) viene de controlar esos cauces de tiempo, de lograr la combinación perfecta de eventos para lograr que el futuro no suceda, que el atentado que persigue no sea más que un mal recuerdo (suyo).
No se puede controlar el tiempo, así que es su particular cruz es tener que dejarse la vida intentándolo, quien sabe para si, al final, pueda tener su oportunidad con el hombre que nunca dejará de perseguir.
Una lúcida reflexión sobre los hilos que nos atan, la providencia de nuestros actos y el camino que seguimos, todo por el viajero en el tiempo.
"Todos nosotros zombies...", reflexiona, casi exclama de rabia, a todos los que no sabemos dónde venimos, a dónde vamos, que propósito tenemos. Él lo tiene y siempre lo tendrá, en cierto modo.
¿Hay mejor manera de vivir, que sabiendo en todo momento quién eres?
Ya desde el principio, el viajero en el tiempo nos explica el dilema primordial, el cómo saber si se existe por elección o por puro azar. La acción contra la reacción. El hacer contra el dejar.
Si hay algo que el viajero en el tiempo no para de hacer es, precisamente, hacer. La corriente temporal es demasiado caprichosa como para dejarla ir por libre.
Una nota de hospital lee "ligera psicosis".
Puede que haya algo de eso en la vida de este hombre, perfeccionista, planificador, paciente... y en última instancia, solitario. Un hombre contenido en si mismo, una isla, no un héroe.
Su obsesión (o podríamos decir su ligera psicosis) viene de controlar esos cauces de tiempo, de lograr la combinación perfecta de eventos para lograr que el futuro no suceda, que el atentado que persigue no sea más que un mal recuerdo (suyo).
No se puede controlar el tiempo, así que es su particular cruz es tener que dejarse la vida intentándolo, quien sabe para si, al final, pueda tener su oportunidad con el hombre que nunca dejará de perseguir.
Una lúcida reflexión sobre los hilos que nos atan, la providencia de nuestros actos y el camino que seguimos, todo por el viajero en el tiempo.
"Todos nosotros zombies...", reflexiona, casi exclama de rabia, a todos los que no sabemos dónde venimos, a dónde vamos, que propósito tenemos. Él lo tiene y siempre lo tendrá, en cierto modo.
¿Hay mejor manera de vivir, que sabiendo en todo momento quién eres?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Brutal paradoja temporal, con el viajero en el tiempo siendo mujer, hombre, amante, hijo, despechado.... todo un hombre formando parte de su propia existencia, sin lazos que le aten a nadie más que a si mismo.
Las diversas caras del tiempo, y el aprendizaje unido a ellas, de cuándo era feliz, de cuándo era cínico, y finalmente de cuándo está tranquilo porque puede ver lo que va a suceder... y no hay otro modo de que suceda.
"Eres lo mejor que me ha pasado en la vida", se dice a si mismo.
Igual es algo que nos tendríamos que decir más a nosotros mismos.
Las diversas caras del tiempo, y el aprendizaje unido a ellas, de cuándo era feliz, de cuándo era cínico, y finalmente de cuándo está tranquilo porque puede ver lo que va a suceder... y no hay otro modo de que suceda.
"Eres lo mejor que me ha pasado en la vida", se dice a si mismo.
Igual es algo que nos tendríamos que decir más a nosotros mismos.