Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de Charles:
9
Ciencia ficción. Aventuras Tras un ataque sorpresa de las tropas imperiales a las bases camufladas de la alianza rebelde, Luke Skywalker, en compañía de R2D2, parte hacia el planeta Dagobah en busca de Yoda, el último maestro Jedi, para que le enseñe los secretos de la Fuerza. Mientras, Han Solo, la princesa Leia, Chewbacca, y C3PO esquivan a las fuerzas imperiales y piden refugio al antiguo propietario del Halcón Milenario, Lando Calrissian, en la ciudad minera ... [+]
16 de diciembre de 2015
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
En determinado momento, las cosas cambian.
Lo que antes era una promesa de aventuras ahora podía pasar a ser un largo camino a la autoafirmación. Maduramos, y con ello vienen las dudas, las responsabilidades, los cambios de carácter. No hay salida fácil, pero hay que pasar por ello.
La galaxia ya no era tan brillante.

En el 'Episodio V', el Imperio contraataca contra los alegres bandidos que se creyeron demasiado listos para desafiarlo.
Pero realmente no hay razón para temerlo, Han sigue teniendo una ironía afilada en la boca, Leia sigue siendo la mujer fuerte y decidida que nos enamoró, mientras Luke está confiado en su aprendizaje. Ya vencieron al Imperio una vez, salió bien, volverá a salir bien.
Justo entonces, la primera piedra impacta nuestra crisálida juvenil y nos desarma, en forma de ataque sorpresa que deja a nuestros héroes desperdigados por la galaxia, dudando de cuál es el siguiente paso. Esto no pasaba nunca en estas aventuras, ellos siempre sabían qué hacer. Esto es nuevo.

Al afilar los rasgos de la blanca fantasía que fue antes 'La Guerra de las Galaxias', Irvin Kershner (con mano en la sombra de Lucas) encuentra justo lo que estábamos buscando: personas, no personajes.
La destrucción de la primera Estrella de la Muerte fue solo el principio, ahora el camino se hacía más escarpado, nunca más fácil o más excesivo. Descubrimos que tras la chulería de Han y la fortaleza de Leia había atracción mutua (¿que la "chica de la peli" no se va con el "chico de la peli"? ¿¿qué??) y que Luke Skywalker puede estar pecando de optimista al querer resucitar el legado Jedi, muerto por la desesperanza, algo mucho más poderoso que el Imperio.
Esta familia, que había pasado a ser nuestra familia, era como nosotros, y nos damos cuenta de que sus dilemas más allá de las estrellas no eran diferentes de los nuestros.

El viaje del héroe se prueba una referencia primordial, y por eso el joven caballero debe encontrar al sabio maestro.
Nuestras expectativas de nuevo son desafiadas: Yoda no es un poderoso Jedi exiliado a la fuerza, sino un viejo anciano, reumático y pequeñín, que probablemente había pasado demasiado tiempo lamentándose del pasado. Aún con eso nos deja las más sinceras enseñanzas, cuando tras un "No puedo creerlo." de Luke, él dice: "Por eso fallas.". Toda una declaración de intenciones de que esto no se solucionaría con una lucha de sables láser, sino con la creencia, a veces casi ciega, de que podríamos superar los más grandes obstáculos.
Hay un momento destacable durante el entrenamiento en Dagobah: aquel en el que Luke se interna en la cara oculta de su propia mente, presto para hacer frente a todo tipo de pruebas, y se topa con la única que no puede pasar, él mismo. Sentimos un escalofrío porque no sabemos si es externalización de su lucha interna... o presagio de futuro.

Cuando sucede el viaje a la idílica ciudad de las nubes, Bespin, otro escenario imposible solo alcanzable a la imaginación, se contrasta su cálida apariencia con el duelo que tiene lugar allí.
Han Solo se veía en la situación desesperada de que por una vez su ingenio no iba a salvarle, y Luke Skywalker se dirigía a combatir a Darth Vader, aquí más figura fascinante y casi seductora que el robótico villano que era antes, capaz de llevar al joven aprendiz a las puertas de la mismísima boca del lobo.
Los villanos son realmente malvados, otra cosa nueva. Las facciones semi-humanas de Vader y el cazarrecompensas Boba Fett casi logran despertar temor, la clase de temor real que surge de las situaciones donde no se gana, en vez del miedo infantil de ver villanos imponentes pero puras carcasas vacías. No hace falta decir más del momento más oscuro y a la vez iluminador de la saga, donde familiaridad se mezcla con el odio y el temor con la incomprensión. Solo una frase, que es ya Historia del Cine, y donde nos dimos cuenta de que entre buenos y malos cabían todos los matices de grises que no habíamos contemplado.

Los héroes habían sido derrotados verdaderamente por los "malos". Si se les puede llamar así.
Creímos que en la fantasía era imposible que "perdieran" los buenos, y más dura sería la caída.
Aunque amanece la esperanza cuando vemos que Han se confiesa sinceramente, y un ataúd pegado a la piel duele menos. O Luke encontraba apoyo tras perder todo lo posible.
Los héroes estaban magullados, fracturados... pero vivos. Y seguían adelante, a pesar del miedo y las dudas. Ese es el verdadero triunfo de los verdaderos héroes.

El Imperio contraatacaba, y nos dejaba la sensación agridulce de haber fallado a quiénes somos y a los que nos importan, pero también la esperanza de que volveríamos a la lucha.
Tal era la magia de la saga galáctica, que conseguía hablarnos de la madurez sin que nos diéramos cuenta.
Charles
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow