Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de Charles:
6
Romance Louisa “Lou” Clark (Emilia Clarke), una chica inestable y creativa, reside en un pequeño pueblo de la campiña inglesa. Vive sin rumbo y va de un trabajo a otro para ayudar a su familia a llegar a fin de mes. Sin embargo, un nuevo trabajo pondrá a prueba su habitual alegría. En el castillo local, se ocupa de cuidar y acompañar a Will Traynor (Sam Claflin), un joven y rico banquero que se quedó paralítico tras un accidente. (FILMAFFINITY) [+]
21 de julio de 2016
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
No hay manera de enfadarse con esta película.
Es tan alegremente boba, melodramática e intrascendente que antes de que te des cuenta te habrá ganado. La estarás viendo con la misma insistencia con la que escuchas una canción que, bueno, no es tu favorita, pero tiene ritmo.
Y para una historia con tantas papeletas de ser insoportable tiene su mérito.

'Antes de Ti' no reinventa la rueda, para ser francos.
Es un chica conoce a chico de manual, pero incluso en ese esquema se las apaña para resultar moderadamente simpática, con simples detallitos que la llevan mucho más allá de sus intenciones iniciales. Para empezar, Emilia Clarke y sus prodigiosas cejas no van a dejar que te aburras, y Sam Claflin se toma su papel de ricachón harto de la vida con el suficiente humor agrio para que te caiga bien.
Con esos dos protagonistas, bastante cómodos lejos del papel génerico de buenorros que les podrían haber asignado, la cosa cambia, y bastante. (¡Ni una sola vez se quita el tío la camiseta para exhibirse! Eso deber ser un récord en el género)

Luisa Clark, la Emilia Clarke de cejas danzarinas, deja un trabajo de seis años en una pastelería que aceptó por una apuesta, y enseguida encuentra otro cuidando del hijo tetrapléjico de una familia acomodada, Will Traynor, con quien no podrá hacer migas de buenas a primeras.
Pero estamos en el maravilloso reino de la comedia romántica, en el que dos personas no pueden tener una relación meramente profesional, por lo que no pasa mucho tiempo hasta que Luisa le coja el gusto a las rarezas de Will (hay que agradecer a la autora que esa primera rareza sea una maravillosa y desconocida película), adentrándose así en su particular manera de entender la vida y en su vida propiamente dicha.
En los diálogos entre ambos hay bobadas pastelosas, sí, pero también hay alguna que otra idea rescatable, sobre lo limitados que creemos vernos cuando tenemos todas las posibilidades ante nosotros, o cómo hay veces que es imposible regresar a una cierta normalidad por mucho que todo el mundo diga que es posible. Parece toda una vida lo que Will dejó atrás, sin que lo que lleva ahora le parezca a él digno de ser vivido, lógico cuando tus conocidos te pasan de largo o vídeos de otros tiempos recuerdan lo feliz que fuiste.

La sombra delante de la luz, el elefante en la cacharrería, no tarda mucho en aparecer, en forma de desoladora conclusión: las cosas eran mucho más fáciles cuando Will no tenía que depender de nadie, y ver la lástima en ojos de terceros.
Más allá de que sea un argumento discutible, la historia se posiciona en una parte del debate sin miedo, sin buscar aprobación alguna o rebajar su contenido para asegurar que todo lleve a un final feliz, como solo es posible en el cine. Y si bien no es impactante, es sorprendente que algo que ya sabemos por dónde va a ir pegue un volantazo atreviéndose a hablar por si mismo.

Durante unos breves segundos, incluso, Will abre su corazón a Luisa y somos capaces de entender por qué lamenta tanto su actual situación, porque sabe que todas las puertas de un pasado conocido y un futuro que no conoció se le han cerrado, tal vez para siempre.
Por eso, más allá de unos divertidos y poco convencionales protagonistas, habría que celebrar una comedia romántica que, aunque sea unos minutos, se atreve a ser de todo menos comedia, y no tiene reparos en admitir que el romanticismo no lo cura todo.
Charles
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow