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España España · Madrid
Voto de Charles:
7
Comedia. Romance. Fantástico Gran Bretaña, 1977. Un tímido rockero punk adolescente llamado Enn (Alex Sharp) y sus dos amigos se cuelan en una fiesta en donde conocen a un grupo de chicas extrañas y etéreas; al principio piensan que se trata de una secta, pero pronto se dan cuenta de que son en realidad de otro planeta visitando la Tierra para completar un misterioso rito. A pesar de ellos Enn se enamora de la bella Zan (Elle Fanning), una joven y rebelde alienígena. (FILMAFFINITY) [+]
23 de marzo de 2018
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
No hay nada más elástico que una anécdota de juventud.
En ellas cabe de todo: noches en blanco en busca del siguiente local barato, movimientos rebeldes de mecha corta encendida en furia juvenil, canciones gritadas desde las entrañas, extraños compañeros de madrugada y amores, sobre todo amores de intensidad arrebatada.
Uno se podría haber enfrentado a una invasión alienígena, y no parecería cosa rara.

‘How to Talk to Girls at Parties’ no es, por suerte, tu típica invasión alienígena.
Los seres de otro planeta han venido aquí para aprender, sin por ello perder su individualidad, y aunque la contracultura británica de los 70 favorece sus costumbres y atuendos, poco esfuerzo hacen por formar parte de la sociedad.
Enn y sus amigos se meten en su santuario buscando el enésimo bar, y aunque las hormonas son la única droga que se necesita para entrar, pronto se dan cuenta de que en ese aberrante lugar pasan cosas que no deberían pasar.

Sin embargo, algo queda para Enn: una frágil y resolutiva rubia llamada Zan, diciéndole “hazme más punk, por favor”.
De lo que en principio era una pose social, algo contra lo que gritar para ir tirando, surge para él algo más, una chica extraterrenal fascinada por sus costumbres, curiosa de sus inquietudes y dispuesta a dejarse llevar.
¿Cómo hablar con las chicas en fiestas, de eso iba la cosa? Nadie le ha buscado lógica al amor adolescente, y esto queda lejos de ser un manual.

Más bien es una recolección de vivencias, estrafalarias e inmediatas, en ese período en el que pocos recuerdan estar, donde montones de locos punk capitaneados por la mejor Nicole Kidman podían representar toda Inglaterra, y cualquier excusa era buena para una batalla campal.
Todo eso en algún momento se pierde, se va, parece que fue imposible, seguro que lo fue.
Pero Enn tiene algo que le anclará para siempre a ese momento: una chica con la que no tuvo que saber cómo hablar, porque en una canción a dueto ya se dijeron todo lo que se querían escuchar.

Una especie cruzó el planeta en su periplo espacial, mientras un crío aprendía lo que es amar.
No parece tan importante por cómo fue, si no por cómo se quiere recordar.
Charles
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