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España España · Madrid
Voto de Charles:
7
Serie de TV. Drama Serie de TV (2017-2019). 3 temporadas. 27 episodios. Anne Shirley es una niña huérfana adoptada por dos hermanos que viven en un pequeño pueblo pesquero a principios del siglo XX. (FILMAFFINITY)

4 de junio de 2017
19 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me ha conquistado totalmente.
Y eso que al principio no quería.

El tópico, el de siempre, el que huele a rancio, de niña sabihonda viviendo con ancianos estirados a los que no cae demasiado bien, era una especie de amenaza sobre la ingenua naturaleza de esta serie.
Y al final Anne me ha ido ganando, como a todos, sin parar de hablar, desafiando dura rutina con fresca inocencia.
Dejando claro que, si no disfrutamos lo que tenemos, es porque no queremos.

'Anne', como digo, corre el riesgo de quedarse en mera recolección de tópicos rurales e infantiles.
Pero a medida que se aproxima el ecuador de la temporada queda claro que esos riesgos se han corrido conscientemente: porque de otra manera no se habría podido profundizar en la vida de esta tierna muchachita, camino a ser una mujer, y el impacto que dicho viaje marca en todos los que la rodean.
Al principio, la desatada charla de Anne es una amenaza para la tranquilidad que reina en Tejas Verdes, una tranquilidad polvorienta y decadente, que se ha ido asentando por lo que parecen siglos, y que ha infectado el modo de vida de Marilla y Matthew sin que estos hayan hecho intento de rechazarla. En Tejas Verdes eres útil o no lo eres, no hay más.

Anne podría haberse dado cuenta de eso, y haberse comportado de otra manera, pero esta serie no olvida que se trata de una niña: tan sólo una niña, con una cabeza hinchada de fantasías e historias que pueden hacerla miserable al contraste con la realidad, pero que a la vez le salvan la vida. No hay penas que aguantar cuando te crees la independiente princesa Cordelia, y tus pecas y pelo rojo no le importan a nadie.
Todo lo contrario pasa cuando sale al mundo, a la escuela, y esas mismas pecas y pelo rojo la hacen blanco de burlas injustas e hirientes, fruto de una época que aún no sabía cómo tratar con el floreciente páramo de la niñez, a no ser que fuera con severidad y silencio. Diana y Gilbert ven la nobleza de Anne, su luz, sus imparables ganas de aportar, y corren tras su estela, pese a que las convenciones sociales les impidan unirse a ella.
Poco a poco, Anne se convierte en la mártir de todas las represiones imperantes, en un lienzo sobre el que resaltar insidiosamente todo lo que está mal, aquello que merecería ser apartado de "lo normal" y juzgado con el ostracismo y la ignorancia.

Pero ella no se deja tumbar tan fácilmente, por muy flacucha que pueda parecer.
Aprende de sus errores, sin enmascararlos. Mantiene su forma de ser, sin cambiarla por vergüenza. Y corre riesgos, sabiendo que debe esforzarse más porque no la van a reconocer.
Sucede entonces sin que te des cuenta, algo extraordinario: llega el momento en que Marilla y Matthew son los que parecen perdidos frente a Anne, como si la creciente madurez de esta última estuviera borrando sus carcasas de adultos responsables y sensatos, que olvidaron el calor de un amor naciente o la pasión de una promesa juvenil.
La perspectiva de otro triste año en Tejas Verdes se esfuma, y da paso a la posibilidad de reparar errores, de lavar conciencias o filtrar tristezas. Todo por esa dulce, deliciosa Anne, que se ha olvidado de poner un impuesto a su cariño y amistad, plantando el ejemplo para que todos dejen de hacerlo.

La vida no es fácil ni simple, pero más complicada sería si nunca pudiéramos mostrar que nos equivocamos, que nos duele lo que callamos y cuando nos sentimos rechazados.
Todas esas cosas que, por miedo o presión social, acabamos enterrando bien hondo, cometiendo el error de pensar que nunca hemos estado solos, e impidiendo a los que lo necesitan pensar que no está mal sentirse así.
Eso, claro está, sería hasta que llegue una Anne cualquiera, desarmando nuestra coraza de miedos y demostrando que está bien vivir la vida como si de verdad pudieras disfrutar de ella.

El verano ha pasado, y se acerca el invierno.
Solo que, por primera vez, no parece que vaya a ser una estación fría.
Charles
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