Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de Charles:
6
Serie de TV. Ciencia ficción. Acción Miniserie de TV (2017). 8 episodios. Una comunidad aislada de superhumanos lucha para protegerse a sí misma. (FILMAFFINITY)
15 de noviembre de 2017
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El mejor piropo que se le puede lanzar a esta primera temporada (y puede que última) de 'Inhumans' es que literalmente parece un cómic sacado de los 60.
Ingenuo, humilde, con fantásticas localizaciones, grandilocuentes diálogos y entretenidas batallas del bien contra el mal.
Por desgracia, eso también implica que es tontorrona, simplona y fácilmente olvidable.

En Attilan, ciudad inhumana en la cara oculta de la luna, se vive una revolución silenciosa que busca derrocar a los actuales reyes, Medusa y Rayo Negro, por haber sido negligentes con su cargo y exageradamente estrictos a la hora de establecer las clases que dividen a su pueblo.
Sin embargo, es una revolución organizada por el propio hermanastro de Rayo Negro, Maximus, ávido de poder y reconocimiento tras largos años sufriendo la vergüenza de ser un simple humano, porque la ceremonia de Terrigénesis que da poderes a todo Attilan falló en el momento que más la necesitaba.
No cuesta mucho ponerse del lado de Maximus al principio: Rayo Negro y Medusa actúan cual verdaderos capullos engreídos, como haría cualquier gobernante con poder suficiente para no ensuciarse las manos, excluyendo a su pueblo de toda decisión verdaderamente importante.

El lado más fantástico de la historia viene de ese lado, con una monarquía ya instaurada que busca la normalidad dentro de su situación y un reconocimiento de derechos que nunca se le ha dado en la Tierra, porque los trajes nunca tienen trazo de superhéroe y los poderes se enfocan desde lo útil, nunca como dones divinos (normal, por otra parte, en una sociedad en que todo el mundo los tiene).
Esto diferencia a la serie de otras propuestas del Universo Marvel, y a la vez facilita creerse la "cura de humildad" que reciben Rayo Negro y allegados: exiliados en la Tierra, Hawai, sus habilidades sirven de poco para reclamar su rango de vuelta, y se verán obligados a convivir con esos humanos que tan ciegamente ignoraban, descubriendo que ya no son tan inútiles ni les temen tanto.
No deja de ser una propuesta barata para desanclar la "cara" ciencia ficción todo lo posible, pero hasta en eso hay espíritu inocente de cómic Marvel, lanzando una trama tan blanca y clara que podría formar parte de cualquier argumento viñetero del siglo pasado: a saber, los inevitables y torpones compañeros humanos, los clichés "pez fuera del agua", el descubrimiento del amor por parte de toscos guerreros... lugares comunes que desarrollan a Gorgon, Karnak y Crystal como algo más que monigotes, mientras la cosa se hace lo suficientemente distraída como para seguirse con agrado.

Tal vez lo más jugoso esté en el hecho de que Maximus haya conseguido poner todo Attilan en contra de la familia real, simplemente usando su don para la palabra frente a un rey mudo, cerrando un círculo demasiado real en el que el desconocimiento de muchos sigue siendo la perfecta excusa para alzar conciencias podridas al verdadero poder: la libertad para hacer lo que se quiera con impunidad, no importa cuán equivocado se pueda estar, pues muchos lo apoyarán.
Rayo Negro, gracias a su estancia terráquea, es capaz por fin de ver a su hermanastro como siempre ha sido, y su despertada conciencia para con los problemas de su gente se encuentra un obstáculo horrendo: la locura y maldad intrínseca de una persona que, pese a todo, es carne de su carne.

Porque gobernar no significa sentarse en una cámara, gestualizar órdenes y esperar que todos te correspondan.
Si no ser consciente de que hay batallas que no se pueden ganar, y hay que tomar decisiones mirando el bien común, aunque nos dejen rotos por dentro.
Justo lo que Rayo Negro había olvidado, y justo la perspectiva a la que su exilio le ha hecho más sensible: familia y trono no son lo mismo, y si lo fueran es necesario encontrar el equilibrio entre ambos.

La verdad, me hubiera encantado ver esto con millones de presupuesto, actores decentes y toda la parafernalia que rodea a sus hermanas mayores.
Pero, tal como está, es un cómic que se lee con moderado interés, aunque te vayas olvidando de cada página a medida que lo lees.
Charles
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow