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España España · Madrid
Voto de Charles:
8
Ciencia ficción La película de ciencia-ficción por excelencia de la historia del cine narra los diversos periodos de la historia de la humanidad, no sólo del pasado, sino también del futuro. Hace millones de años, antes de la aparición del "homo sapiens", unos primates descubren un monolito que los conduce a un estadio de inteligencia superior. Millones de años después, otro monolito, enterrado en una luna, despierta el interés de los científicos. Por ... [+]
17 de julio de 2018
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me llama la atención que, pese a todos los avances tecnológicos, Stanley Kubrick elige seguir centrado en lo más humanamente cotidiano.
Azafatas recogiendo bandejas, reuniones ante láminas explicativas y bocadillos en la nevera de una nave exploradora.
Como si hubiéramos llegado lejos, sí. Pero aún hay una milla extra de conocimiento que no podemos saber.

'2001: Una Odisea del Espacio' es entonces lo que su título ya indica, un salto a lo desconocido.
No nos cuesta nada creernos a esos parientes primigenios huyendo de depredadores y defendiendo su territorio, de la misma manera que en su época de estreno no era difícil imaginar un futuro viajando a Júpiter o más allá.
Es después, cuando el monolito nos lleva más allá, que parecería que cuesta asimilar las maravillas inexploradas del universo y nuestro propio destino final.

Solo hay que volver entonces a los mencionados australopitecus: ¿se verían ellos en esa estación espacial giratoria, en un lapso de miles de millones de años que en el gran esquema de las cosas no son tantos?
Probablemente no, pero ahí estarán.
Kubrick, huyendo de las líneas de Arthur C. Clarke, no quiso una película, sino un monumento, uno dedicado a las incansables derivas de la evolución, que a fuerza de ser moldeado quedará desfasado algún día.

Llegaremos a un momento del futuro, más allá de aquel optimista 2001, en que miraremos esta película como el astronauta David Bowman mira su cápsula de salvamento, con la distancia de los milenios, como una reliquia de un mundo que nunca fue tan pulcramente perfecto como el que ahora está viviendo.
El ordenador HAL, en el fondo, siempre lo supo.
Por eso es el único que se permite mostrar emociones de miedo y preocupación: ha visto la historia humana en su totalidad, y de ahí le nacen esos sentimientos, ante la vastedad de un espacio que jamás veremos más allá de las vallas de nuestra propia experiencia, limitadamente humana.

Seguiremos jugando al ajedrez, mirando las noticias, por muy lejos que lleguemos.
Pero por suerte habrá genios como Kubrick que nos den las herramientas para avanzar, construyendo futuros que no existen, que más allá del momento presente nos llevarán.

Mandando un monolito, para que podamos admirarlo por los siglos, y afirmando que fue por su poderosa presencia que nos animamos a evolucionar.
Trascenderemos, no puede ser de otra manera.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Charles
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