Cuatro actores, dos robots y un mensaje que cualquiera suscribiría. No es de extrañar, por el año de su realización, que se adhiera a una línea de pensamiento que por entonces sólo era incipiente, no hay duda de que de ese mensaje ecologista todos deberíamos ser cada vez más partícipes, más que nada por el bien de todos. Entrados ya en otro siglo y sabiendo que los problemas siguen siendo los mismos, películas como la que firma Douglas Trumbull deberían ser reconsideradas. No es una obra maestra, tampoco tiene unos efectos especiales fuera de lo común (ni para su época) y el actor principal, aunque esforzado y dignísimo, no deja de ser más bien de segunda fila. Sin embargo, como bien dice otro usuario "tiene algo", y yo, aunque sea un argumento tan vago, lo entiendo igual y lo hago mío también. La esperanza por una vida mejor, la sensación de comer alimentos naturales, una nostalgia por lo que ya no existe y sobre todo la soledad del protagonista, un verdadero jardinero fiel, en la segunda parte, medio loco con unos robots demasiado humanizados, hacen que tenga ese "algo" que me impide que la raje de arriba abajo. Será por el mensaje, por lo que hay detrás, por la conciencia, aquello que llevamos adentro nuestro y nos habla y nos hace humanos. Para mí "Naves misteriosas" merece la pena.