Naves misteriosas

Me pasé 20 años intentando saber el título de aquella película que se me quedó grabada en la mente. Todavía conservo las imágenes de los karts esos con los que se mueven por la nave... era lo único que recordaba, suficiente para que un buen amigo me dijera años después: coño, esa es de Bruce Dern. Gracias a internet dimos con el título, pero tuve que esperar algún tiempo más para poder verla.

Efectivamente: era la peli. Sale el único tío que se atrevío a matar a John Wayne, salen un par de prototipos de R-2D2 (¿es que nadie lo ve?) y tiene una estética que ríete tu de la originalidad del Nostromo. Lamentablemente luego resulta que es aburrida, plana y no lleva bien el paso del tiempo...

Es igual, yo la recomiendo. Por su estética, por aquello de ser pionera en esto de la ecología y porque algo tendrá cuando 30 años después no he podido olvidar sus imágenes... y no soy el único.

Debut en la dirección cinematográfica de unos de los magos y más importantes especialistas en el campo de los efectos especiales, como parte de su gran labor que ha repercutido en los grandes clásicos del género de la ciencia-ficción como "2001: UNA ODISEA EN EL ESPACIO" y "BLADE RUNNER".

Su primer trabajo como director en la presente película que les comento a continuación, es una excelente película del género y un clásico de la década de los 70, que toma como base de su argumento un cáliz ecológico, hecho muy influenciado por la época en la que se rodo, ya que en ella como en otras producciones de su estilo , trasmite un claro mensanje revindicativo para concienciar al público de las graves consecuencias que repercutirían en el futuro, si no se tomaba las oportunas medidas para enmedarlo en una sociedad de excesivo consumo y constante progreso para proteger lo poco que nos queda de nuestra madre naturaleza.

La trama, obra de Deric Washburn, Steven Bocho y Michael Cimino se centra antetodo en el personaje principal de Freeman Lowell, que hará lo podsible por proteger aquello por lo que ha luchado por todos estos años, lo poco que queda de La Madre Naturaleza terrestre cosa que hace, harto de ser el blanco importunio, de los abusos y las burlas de sus compañeros de viaje.

Vean sino hasta que punto hemos contaminado el planeta, se han ido deforestando y quemado gran cantidad de bosques, y todo por culpa nuestra ya que en el fondo, nosotros mismos somos, aunque nos cueste reconocerlo por nuestra gran ignorancia, una especie depredadora, incapaces de proteger aquello que es nuestro más preciado legado del cual lo queramos o no reconocer, formamos parte de ello, por tanto el mensaje de la película esta bien claro en ese aspecto a traves del personaje del botánico Freeman Lowell muy bien interpretado por Bruce Dern.

Las secuencias iniciales de la película son francamente geniales más propias de un documental del NATIONAL GEOGRAPHY magistralmente fotografiadas por Charles F. Wheeler al igual que las preciosas canciones de Joan Baez enriquecen el conjunto del film y conmueve profundamente la historia dramática que hay en ella a cualquier espectador sensible o sentimental.

Bien es cierto que siendo una película de bajo presupuesto puede que a ojos de ciertos espectadores, esto le parece más bien un tanto hippie, más propia de una película de su época setentera, y también es cierto que ha envejecido considerablemente desde el año en que se realizó hasta ahora.

Haciéndo un poco de historia diré que esta película se rodó mientras su director con la ayuda de John Dykstra y Richard Yuricich compaginaban su labor dirigiendo los efectos especiales de "LA AMENAZA DE ANDROMEDA" (1971) siendo ambas películas de la misma productora la Universal.

No recuerdo el año pero si muy bien la película, está fue una de esas películas que se me quedaron en la memoria después de su mágico visionado, en sábado cine creo recordar, un claro mensaje ecologista, que no parece que hayamos seguido muy bien desde aquella década. En ese mundo no existía ni flora ni fauna, jamás fue mostrado pero nos imaginábamos el horror.
En un segundo visionado no hace muchos años, unos dos quizás, no me pareció la película que en su día me pareció, claro ya no era sábado cine de los setenta, aquello se perdió, como mi inocencia de entonces. No es desde luego una gran película pero por aquel sábado nostálgico le daré alguna estrella de más.

El asunto empieza muy fuerte, con ritmo, una historia interesante, perfilando un buen personaje principal, unas motivaciones y un conflicto. Luego, tras la primera oleada de acción, la cosa queda paralizada, anclada en un ritmo insoportablemente lento y que no dice nada de valor. Y acaba resolviéndose de forma convencional y estúpida. Sudada, vista.
El aspecto visual es bueno, pero deja de tener interés cuando el guión colapsa, porque se vuelve monótono y repetitivo.
Vamos que no aprueba ni de refilón.
Y de nuevo, "naves misteriosas"? Eso que es? Pusieron el título sin ver la película? Que clase de imbéciles vagos e incompetentes se dedican a traducir los títulos en este país?

Bellísimo y trágico alegato ecologista ambientado en un base espacial con los días contados. Bruce Dern, casi el único actor humano de la película, conforma la compleja personalidad de un botánico capaz de matar por salvar la vida vegetal, su proyecto y el futuro de la humanidad.

Con ciertos fallos el el ritmo, la película sin embargo es un prodigio en la ambientación de la nave espacial, de un futuro próximo, y de unos efectos especiales impresionantes, cortesía del director del filme, Douglas Trumbull, creador de los efectos de 2001 y de Blade Runner, pero irregular director.

El personaje de Bruce Dern está apoyado en todo momento por tres simpáticos y entrañables robots, que parecen Pokemons, enternecedores, a los que les coges cariño. Les dota de personalidad, ¡hasta llegan a hacerse señas jugando a cartas! y sufres con su destino.

Apoyada en una excelente BSO del momento, con canciones de Joan Baez, la película es una digna obra de su tiempo, del "Nuclear, no gracias" y los festivales antinucleares.

Una curiosidad: sus maquetas, el invernadero, fueron empleadas para la serie "Galáctica" de los años 80.