Alfred Hitchcock se despedía con una entretenida película de enredos en la que los tejemanejes de dos parejas que se ganan la vida de forma ilegal van a chocar de forma casual. A esas alturas el conocido director británico ya lo había hecho todo, de manera que se tiró mucho tiempo rechazando guiones que no le interesaban hasta que se topó con el de "La trama" y le pareció convincente. Sin embargo, "La trama" no cuenta con una historia magistral, no nace a partir de un derroche genial de ideas, y por mucho amor que se le tenga a Alfred Hitchcock tampoco es una lección de técnica cinematográfica. Aquellos que consideran que esta película es una obra maestra, estoy convencido de ello, lo hacen seguramente empujados por la conciencia de tener delante la última realización del director. Todo tiene su final, y no por ser Hitchcock iba a despedirse por todo lo alto con una película extraordinaria. "La trama" entretiene, pero no va más allá de ser una película normalita.

Por ello pienso que de no tener detrás al director que tiene, esta película sería una más, posiblemente no sería tan conocida y permanecería en el lugar que objetivamente merece. Siendo la última de Hitchcock, queda elevada por ese nombre propio. "La trama" tiene una trama demasiado inverosímil a menudo, hay que pasar demasiadas cosas por alto para digerirla bien, son muchas casualidades que se cruzan para que todo vaya a parar al lugar que va, en el spoiler indicaré sólo un par de situaciones. Ese guiño final de la actriz es un guiño gamberro, me gusta, aunque aún le quedaban unos años de vida creo que Hitchcock sabía que su salud se deterioraba cada vez más y que ese era su último guiño. Puedo decir que me ha entretenido, esos setenta de pantalones de campana y de bigotazos me ha gustado, en esta ocasión no me ha indignado con personajes raros de interior aparatoso, no confunde, "La trama" es ligera y sencilla, correcta y muy recomendable. A esto yo lo llamaría una manera educada de despedirse.