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Voto de avellano:
9
2004
Ronald D. Moore (Creador), Glen A. Larson (Creador) ...
7,9
13.384
Serie de TV. Ciencia ficción. Aventuras
Serie de TV (2004-2009). 4 temporadas. 74 episodios. Hace cuarenta años que las doce colonias en las que se reparte la humanidad fueron atacadas por unas criaturas robóticas, los cylons, que desaparecieron poco después. Ahora han reaparecido nuevos cylon, biológicos, más devastadores y con intenciones más malignas. Para ello tienen infiltradas entre las filas humanas a varios de sus androides más peligrosos, algunos de los cuales ... [+]
21 de febrero de 2010
10 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con una maestría asombrosa esta serie nos plantea desde el primer minuto una situación límite: la humanidad (repartida en doce planetas llamados Colonias de Kobol) queda casi extinta por los ataques nucleares perpetrados por una raza de máquinas creadas por los propios humanos, los Cylons (los mejores y más complejos villanos que se hayan mostrado jamás en una serie, que, además, nos van a cambiar para siempre la noción que tenemos de lo que es una 'máquina'). Los sobrevivientes del genocidio quedarán vagando en el espacio en una flota débil y temorosa y sólo quedará una astronave militar con capacidad de defensa, la Battlestar Galáctica, una antigua nave de combate que será la encargada de proteger lo que queda de la humanidad, escapando de los Cylons e intentando encontrar un nuevo hogar en la mitológica décimotercer colonia de Kobol, un planeta llamado Tierra, cuya existencia no es segura.
Este argumento, tan propio de clichés típicos de la CF ('máquina se vuelve contra su creador', 'búsqueda de una tierra prometida'), no es para nada tomado a la ligera en esta ocasión, por el contrario, sirve de excusa para plantear un impresionante estudio social, moral y psicológico del ser humano en un contexto extremo y es llevado a sus últimas consecuencias. Es casi como imaginar qué sucedería si en la realidad ocurriera lo que la serie nos cuenta. El resultado es una encomiable descripción de las luchas por el poder entre los humanos sobrevivientes, la rigidez moral de la disciplina militar, la sexualidad, el lugar de la religión en los grupos sociales, el enfrentamiento entre religión y racionalidad científica... Pero también hay una exploración, digamos, filosófica sobre el sentido de la propia humanidad y un viaje por los recovecos de la mente y el constante planteamiento de dilemas morales y éticos que te hacen a cada rato preguntarte: ¿Qué haría yo en ese caso?.
La cuidadosa dirección e interpretaciones nos hace ver en pantalla no actores sino seres humanos, no personajes planos sino personas tridimensionales, con unas ambigüedades que los hacen reales. Estos asuntos se convierten en la verdadera trama de la serie y por lo tanto hacen de Galáctica mucho más que una serie de CF del montón y la ponen a nivel de cualquiera de las mejores series dramáticas al uso.
Su factura técnica es exquisita. Si su historia, personajes y actuaciones son magistrales, la recreación del espacio, de las máquinas, de ese posible "futuro" es sorprendente. Un apartado especial merece su acertadísima banda sonora, a cargo de un genial Bear McCreary, que nos regala una música que ella sola es una razón para ver la serie.
En resumen: Incontestable obra de culto. Para quien no la haya visto (y aunque no le venga el género de la Ciencia Ficción) que intente no quedar seducido por el ritmo y adrenalina de sus primeros capítulos... A ver si son capaces de no verla.
Este argumento, tan propio de clichés típicos de la CF ('máquina se vuelve contra su creador', 'búsqueda de una tierra prometida'), no es para nada tomado a la ligera en esta ocasión, por el contrario, sirve de excusa para plantear un impresionante estudio social, moral y psicológico del ser humano en un contexto extremo y es llevado a sus últimas consecuencias. Es casi como imaginar qué sucedería si en la realidad ocurriera lo que la serie nos cuenta. El resultado es una encomiable descripción de las luchas por el poder entre los humanos sobrevivientes, la rigidez moral de la disciplina militar, la sexualidad, el lugar de la religión en los grupos sociales, el enfrentamiento entre religión y racionalidad científica... Pero también hay una exploración, digamos, filosófica sobre el sentido de la propia humanidad y un viaje por los recovecos de la mente y el constante planteamiento de dilemas morales y éticos que te hacen a cada rato preguntarte: ¿Qué haría yo en ese caso?.
La cuidadosa dirección e interpretaciones nos hace ver en pantalla no actores sino seres humanos, no personajes planos sino personas tridimensionales, con unas ambigüedades que los hacen reales. Estos asuntos se convierten en la verdadera trama de la serie y por lo tanto hacen de Galáctica mucho más que una serie de CF del montón y la ponen a nivel de cualquiera de las mejores series dramáticas al uso.
Su factura técnica es exquisita. Si su historia, personajes y actuaciones son magistrales, la recreación del espacio, de las máquinas, de ese posible "futuro" es sorprendente. Un apartado especial merece su acertadísima banda sonora, a cargo de un genial Bear McCreary, que nos regala una música que ella sola es una razón para ver la serie.
En resumen: Incontestable obra de culto. Para quien no la haya visto (y aunque no le venga el género de la Ciencia Ficción) que intente no quedar seducido por el ritmo y adrenalina de sus primeros capítulos... A ver si son capaces de no verla.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Existe acuerdo en que el mejor momento de la serie es el conformado por el tríptico de los capítulos 10, 11 y 12 de la segunda temporada (aparición de Pegasus al mando de la increible Helena Cain) y, por supuesto, el impresionante final de serie en la cuarta temporada. A mi por lo menos me dejó sin dormir varias semanas.
A esto agregaría el momento en que la aparición de la preciosísima Número 6 le revela a Baltar que ella es un ángel de Dios enviado para atestiguar el fin de la raza humana, al final del capítulo 7 de la segunda temporada, es uno de de los Cliffhanger más emotivos, me parece...
Y resalto los capítulos "Ocupación" y "Precipicio" del inicio de la tercera (guiones magistrales sobre el fundamentalismo y el terrorismo, que fueron candidatos al Emmy por mejor guión en serie drama en su año...)
Esta Battlestar Galáctica da un giro la historia de 1978, no sólo amplía su planteamiento original sino que lo supera y actualiza. En lo personal, aunque es uno de los aspectos más controvertidos de la serie, el tema de la religión me parece uno de los asuntos mejor desarrollados, porque es una apuesta arriesgada que expresa que el asunto religioso (leáse 'ideologías' o 'sistema de creencias') es de vital importancia para la cohesión e integración social en cualquier grupo humano y en el caso de esta serie, el lugar de la religión resulta central en la trama.
Insisto: Incontestable obra de culto
A esto agregaría el momento en que la aparición de la preciosísima Número 6 le revela a Baltar que ella es un ángel de Dios enviado para atestiguar el fin de la raza humana, al final del capítulo 7 de la segunda temporada, es uno de de los Cliffhanger más emotivos, me parece...
Y resalto los capítulos "Ocupación" y "Precipicio" del inicio de la tercera (guiones magistrales sobre el fundamentalismo y el terrorismo, que fueron candidatos al Emmy por mejor guión en serie drama en su año...)
Esta Battlestar Galáctica da un giro la historia de 1978, no sólo amplía su planteamiento original sino que lo supera y actualiza. En lo personal, aunque es uno de los aspectos más controvertidos de la serie, el tema de la religión me parece uno de los asuntos mejor desarrollados, porque es una apuesta arriesgada que expresa que el asunto religioso (leáse 'ideologías' o 'sistema de creencias') es de vital importancia para la cohesión e integración social en cualquier grupo humano y en el caso de esta serie, el lugar de la religión resulta central en la trama.
Insisto: Incontestable obra de culto