Baz Luhrmann nos muestra la evolución de la carrera de Elvis Presley, desde sus primeros años hasta la cúspide y posterior decadencia del artista, y lo hace a través de la relación entre Elvis y su manager, el coronel Tom Parker. El resultado es una muy buena película, que se desarrolla a ritmo trepidante y que, a pesar de no alcanzar el sobresaliente por algunas irregularidades, nos deja, entre otras cosas, una gran interpretación de Austin Butler como Elvis Presley.

La cinta se sigue con agrado, con un ritmo muy fluido y una banda sonora que no da descanso al espectador. Todo está rodado y montado con un nivel de calidad elevado, y los decorados y vestuario también cuentan con un gran nivel, generando una ambientación sobresaliente. Las actuaciones son buenas, destacando al protagonista, un Austin Butler que se mete por completo en la piel de Elvis, cantando, bailando y dándole una necesaria profundidad al personaje en los momentos dramáticos. Su trabajo es uno de los grandes titulares de la película, y lo que le ha proporcionado una merecida nominación al Óscar a actor principal.

Sin embargo, a pesar de dejarme sensaciones muy positivas, no todo es perfecto en “Elvis”. Aunque la trama se sigue con interés desde su arranque, el argumento se desarrolla de manera irregular, con una primera mitad de película en la que no se profundiza demasiado en los personajes principales, algo que por suerte se solventa de cara al tramo final, donde resulta más fácil empatizar con Elvis. Por otro lado, el ritmo es tan elevado que llega a volverse algo monótono dentro de su velocidad, especialmente en el tramo inicial. Por último, la banda sonora es muy buena, aunque se echan en falta más canciones icónicas de Elvis, que las hay, pero a menudo se pone más énfasis en sus influencias iniciales provenientes de la música negra que en los propios hits del artista.

A pesar de algunas irregularidades mencionadas, estas no llegan a enturbiar el disfrute de una película que, aunque quizás no llega al sobresaliente, es muy notable en su conjunto. Su ambientación, música e interpretaciones consiguen desarrollar un guion que conmueve con la historia de su protagonista. Con un desarrollo tan entretenido como desbocado, Luhrmann construye exitosamente un biopic de Elvis Presley que resulta completamente recomendable.