Esta serie basada en hechos más que reales y verídicos, aunque con fiel exactitud seguro que no lo son, no me ha desagradado del todo.

Los reyes (Don Juan Carlos y Doña Sofia) tienen un matiz irónico, hasta un poco absurdo diria yo. Los acentos y entonaciones que le dan los actores que los encarnan no dejan de ser ridículos, y hay hasta ciertas conversaciones privadas de los Reyes que no tienen desperdicio rozando el esperpéntico.

Me imagino que por mucha Familia Real y Corona que sean, dentro son personas como nosotros, con las mismas emociones, sentimientos, problemas familiares, carácteres opuestos etc, etc. Vamos como cualquier familia de este enredado mundo, y eso sobre todo esa es la moraleja que quiere sacar esta serie para cualquier espectador.

Le doy un aprobado a la historia, pero eso si, tratándose de un tema tan Real quizá le hubiera dado otro estilo de dirección y actuación, porque esto tiene pinta de tragicomedia.

Recomendable para ver, si, sobre todo porque forma parte de la historia de este país, otra cosa es que seamos monárquicos o republicanos o tengamos una ideología política contraria, pero nos guste o no es parte de nuestra historia y así hay que mirarla desde el principio.