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Voto de Deckard:
3
6,5
23.433
Thriller
En un pueblo de la costa gallega vive Mario, un hombre ejemplar. En la residencia de ancianos en la que trabaja como enfermero todos le aprecian. Cuando el narcotraficante más conocido de la zona, Antonio Padín, recién salido de la cárcel, ingresa en la residencia, Mario trata de que Antonio se sienta como en casa. Ahora, los dos hijos de Padín, Kike y Toño, están al mando del negocio familiar. Pero un fallo en una operación llevará a ... [+]
8 de septiembre de 2019
32 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película no cuaja, el guión está plagado de fallos y es resuelto al final a base de casualidades, mientras el desarrollo de la trama central no se sostiene sin menospreciar al sentido común de los espectadores. Encuentro que el lenguaje cinematográfico es pobre, con hechos que no quedan bien definidos, oscuros, a los que hay que echar a veces mucha imaginación para darles sentido. La película se sostiene a duras penas por la tensión de una violencia soterrada que se libera al final, con un desenlace previsible. Lo mejor de la película es, sin duda, la interpretación del actor Enric Auquer, realmente buena. Por otro lado, no parece una de las grandes interpretaciones de Luis Tosar, a quien a mi me suele costar diferenciar al personaje del propio actor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La película no me gustó, el guión está plagado de fallos y es resuelto al final a base de casualidades, mientras el desarrollo de la trama central no se sostiene pues es incomprensible que en una residencia de ancianos, con un plantel de médicos, se pasen por alto durante meses determinadas evidencias, pues eso es menospreciar al sentido común y a la práctica habitual. El lenguaje cinematográfico es pobre, con hechos que no quedan bien definidos, como lo que ocurre con la entrega de la droga y el papel de los gallegos en medio de los otros dos bandos; la forma en la que desaparece el médico del narco, que no se deduce de lo visto y causa extrañeza (hay que deducirlo); o el notario que dice conocer al protagonista cuando solo se había cruzado sin mirarlo, etc. La película se sostiene por la tensión de una violencia soterrada que solo se libera al final, quizá en exceso. Lo mejor de la película, sin duda, es la interpretación del hijo pequeño del narco por el actor Enric Auquer, realmente buena. Por otro lado, no parece una de las grandes interpretaciones de Luis Tosar, a quien una fisonomía casi repetida en la mayoría de sus películas (siempre con espesa barba y cejas) puede hacer difícil diferenciar al personaje del propio actor.