Esta es la historia de un señor que quiere rodar una película y de paso conocer mundo, unas cuantas ciudades francesas, por la patilla. Para ello necesita dinero, en forma de subvención, probablemente. Una vez conseguido el capital cogen una furgoneta y a la carretera. En las distintas ciudades que van visitando entran en juego una serie de personajes, se dan una serie de conversaciones muy, pero que muy, ingeniosas producto de las ocurrencias del momento (no tiene guión este subproducto, y se nota) y se ven unas bonitas imágenes, cual prograna de callejeros viajeros. También podemos apreciar en alguna que otra secuencia el pésimo nivel de idiomas de los protagonistas.
Y ya está. The end. Afortunadamente es muy corta.