Está claro que "Lost in Translation" no es una película convencional, se acerca más al video-clip que al cine y es comprensible que a algunos les pueda parecer un horror post-moderno. Da la impresión de que la Coppola está más interesada por los estados de ánimo y el intimismo que por las tramas sólidas, el ritmo narrativo o los diálogos. Es por ello que la música juega un papel fundamental en este nuevo paradigma cinematográfico y la clave para entender la película pasa por entender la soberbia banda sonora, compuesta por canciones de Kevin Shields o "The Jesus & Mary Chain". Digo que es clave porque la película está imitando en lenguaje cinematográfico un género musical muy concreto conocido como "shoegaze" aparecido en la escena "indie" inglesa allá por los 80 y principios de los 90. Este género, basado en voces melódicas ahogadas entre caóticas distorsiones de guitarras eléctricas, crea atmósferas de un inconfundible sonido lisérgico, somnífero y etéreo. La música refleja precisamente la vida interior de la protagonista o de la Coppola, porque está claro que la Johansson es poco más que su alter-ego (ya quisiera la Coppola).

A mi me da que Sofia se metió un buen atracón de "iPod" en algún viaje a Japón y deslumbrada con el Murray alternativo de los "Tenenbaums" decidió mezclar las dos cosas a ver que salía. Muchos la tildan de aburrida y gafapastil, evidentemente si entramos al cine buscando "The Matrix" pues nos va a parecer aburrida, pero si queremos salirnos de los cauces habituales y disfrutar de una experiencia relajada y hermosa pues no aburre, se disfruta (además vemos a la Johansson en bragas en multitud de tomas, cosa que se agradece).

Normalmente este tipo de películas suelen ser pestiños de aupa, pero hay que reconocer que "Lost..." está hecha con muy buen gusto. Además, yo no puedo ser netural porque Scarlett me enamoró desde la primera escena, me chiflan los "My Bloody Valentine" y adoro a Bill Murray. El "cocktail" me tenía que gustar a la fuerza, le pongo un 7 porque comprendo que no es una película para todo el mundo, pero en mi fuero interno le doy un 9.