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España España · La Carolina
Voto de Pérez:
4
Serie de TV. Animación. Ciencia ficción. Fantástico. Infantil. Comedia Serie de TV (1979-2005). 1787 episodios. Doraemon, un gato azul sin orejas, viene desde el siglo XXII, y en realidad es un gato-robot. Tiene un bolsillo mágico del que puede sacar los más sorprendentes artilugios. Aunque a veces sale mal parado por las travesuras de Nobita, su magia no tiene igual. Pero no está sólo, ya que le acompañan sus amigos. Juntos forman una divertida pandilla. (FILMAFFINITY)
4 de septiembre de 2012
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pero solo de la infancia, cuando eres pequeño puedes pensar que es la mejor serie del mundo, pero sinceramente no creo que esa opinión perdure mucho. Por si fuera poco, es una de las series más cansinas y repetitivas del mundo, como Sailor Moon o Pokémon y su ansia de estirarlo como si de un chicle se tratara.

La historia es simple y todos la conocemos: un gato sin orejas y azul llega a la casa de un niño triste y marginado y, con el pretexto de convertirle en un hombre hecho y derecho, le da todo lo que pide y un poco más.

Hasta ahí todo muy claro y sencillo, pero demasiado absurdo. Si ves un par de capítulos dices: “Claro, el niño la ha liado y le ha salido mal” o cuando lo hacía bien al contrario. Pero llega un momento en el que se hace tan monótona porque al parecer ninguno aprende.

Doraemon solo piensa en comer y no hacer nada, aunque su misión sea ayudar a que Nobita sea un chico estudioso y bueno, pero siempre acaba accediendo a los chantajes de Nobita o cayendo en su trampa.

Nobita es un llorica inconformista que solo piensa en su bienestar y llevar el camino fácil. En algunos capítulos parece que va a cambiar, pero no, sigue igual.

Gigante es el ejemplo de que el duro intimida a los demás y solo se le puede ganar con ayuda de un aparato que nunca existirá.

Tsuneo, el típico niño rico que tiene todo lo que quiere y solo sabe presumir. Compra la protección de su “amigo” Gigante dándole, a disgusto, toda clase de juguetes.

Shizuka es el prototipo de mujer objeto, la tienen ahí de adorno, para que quede bonita la escena. Aunque la niña es extremadamente pulcra, raya en lo enfermizo que en casi todos los capítulos salga bañándose y los demás la estén espiando.

Si por lo menos el niño no saliese bien parado en la mayor parte de las situaciones, podría llevar a los niños a pensar que es un mal ejemplo, pero es que encima Nobita acaba casi siempre bien.

Ante todo, yo la he visto y también ha sido una serie de mi infancia, pero hasta ahí, no hace falta seguir, el gato cósmico ahora está encerrado en el baúl de mi niñez del que espero que no salga, porque no le voy a decir a nadie que no la vea, solo que no genera un ejemplo productivo para los niños.
Pérez
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