Para los que tienen curiosidad por descubrir de qué va la historia que inspiró la reciente tercera entrega de la saga podemos comentar que van a encontrar un blockbuster típico de los años 90, esto es, chicas guapas, personajes entre poco y nada atormentados, acción trepidante y nada de diálogos políticamente correctos.

La fotografía nos sumerge en un Miami caluroso y peligroso, donde los protagonistas (dos polícias de raza negra, en aquella época algo bastante rompedor en el cine norteamericano) tendrán que verse las caras con los típicos mafiosos malos malísimos que quieren hacer mucho daño. La historia es entretenida precisamente por eso, porque no tiene pretensiones, ni transfondos complejos, más allá de los valores como la amistad, la familia, el amor y la valentía son aquellas cosas por las que merece la pena vivir. Las interpretaciones cumplen con los personajes a la perfección, sin ser actuaciones de Oscar se integran bien en la trama. Y la espectacularidad de las escenas de acción completan un film que ya es un clásico del cine de acción de la década de los 90.