Al referirnos a “Enemy” (2013) sin duda estamos ante esas películas que se ven interesantes, lo son, pero a la hora del saldo genera marcadas diferencias entre los diversos tipos de público. Si esto ya le genera dudas para tomar la decisión de verla, considérelo un antecedente.

Jake Gyllenhaal encarna un rol que despliega su destreza actoral por múltiples recodos de una trama vista, pero hace rato no desplegada con este estilo. Y es que el encargado del buque es Denis Villeneuve, quien encantó a varios con “Prisioneros” (2013) y por ende esperaban algo similar en su segunda producción del mismo año.

En tonos sepia, verde y otros, el director estira y explota a fondo el género del thriller psicológico, ocultando, intrigando y por qué no, desconcertando, lo cual por ende -al llegar más lejos que “Prisioneros”- puede generar los mencionados contrastes en la audiencia.

Es letal y verdaderamente dañino enterarse de cierta idea del film, como siempre, leer la sinopsis te puede hacer perder la mitad de la película (no bromeo) dejando un saldo aún más pobre para el desconcierto que genera el producto general.

Sin develar demás, no se sienta mal por no entender determinado momento o incómodo por no descubrir hacia dónde va esta adaptación libre de las letras de José Saramago, el principal sentido de la cinta fuera de tener un gran nivel estético y el don actoral de Gyllenhaal, es provocar sensaciones e inquietudes y en eso logra su fin.

Si el destino final le genera desconcierto piense en ese último tip, porque a veces el camino recorrido es más importante. Y bueno, el que quiera buscar dobles mensajes, filosofar o sacar teorías rebuscadas o asertivas, en fin, libre albedrío.

Recomendación:
Interesante. Una propuesta singular y de múltiples lecturas. Psicológica al 100%.

=Cité de Lord Buyinski= www.buyinski.wordpress.com