Como varias de las buenas películas realizadas en el último año, "Philomena" (2013) es una cinta basada en hechos reales que nos regala a una Judy Dench con un protagónico que la merece y de paso nos revela una historia de esas que uno recuerda en el tiempo, adjudicándole características que aunque hemos oído antes se las atribuimos a esta versión.

Cada tanto Stephen Frears nos entrega una pieza que destaca un poco más dentro de su bien tenido repertorio cinematográfico. Así es como con este film muy en su estilo, sobrio, con toques contados de humor británico y un dejo de melancolía elegante, ubica a esta película casi sin ruido en lo alto de los premios y nominaciones al otro lado del Atlántico.

Es cierto que pudiera no sorprender mucho pero su rigidez y pulcritud va de la mano de un estudio sobrio que no deja nada al azar y encuentra en la ambigüedad interpretativa de Dench una bisagra que juega con los tiempos y las emociones.

Mencionar igualmente que Steven Coogan aún sabiendo que encarna un rol caricaturizado, logra empatizar con el espectador y eso se suma a su labor de guión, destacando doblemente.

"Philomena" es Judy Dench y una historia familiar, más recomendable para personas de 15 años en adelante por el contexto que se explica sobre la maternidad, los hijos y por otro lado la frialdad del mundo con los reveses y el profesionalismo que busca el éxito.

¿Su duración? No podía ser hacerla más recomendable aún; apenas hora y media, lo que la hace más redonda, ligera e incluso deja con gusto a poco.

Recomendación:
Muy buena. Quizá parezca sencilla y poco ambiciosa, pero es una cinta acotada y bien contada.