Como suele suceder cuando la expectativa está exacerbada, la secuela de la rupturista "The Matrix" (1999), llegó cuatro años después para darle continuidad a las promesas de la primera parte, aún cuando su necesidad de realización puede ser cuestionada hasta hoy.

Como decía, la primera película es aunque no se quiera el referente obligado, y en su segunda entrega -a la espera de una tercera- suele ser el como el hijo de en medio, que crece con menor atención que los otros dos, que marcan la génesis y el desenlace.

Con menos cotidianidad y menor cantidad de escenarios comunes y ordinarios, su dosis de más ficción da como resultado añadido una reducción en la cercanía que el espectador siente por la cinta. "Matrix Reloaded" es un film difícil de analizar por múltiples factores, por ejemplo vive esa complicada transición en medio de una trilogía que no comenzó como tal -al menos en su irrupción- y ya no cuenta con ese placer culpable de ver a un ser común y corriente convertirse en algo extraordinario.

Además de perder la inocencia de la anterior, los Wachowski intentan insertar en el guión un símil de la promesa original de "The Matrix", en cuanto a una elección donde el protagonista definirá el destino de otro de los pilares del reparto. No obstante, aprendimos en la primera parte que los matices son una característica de la saga y todo es relativo.

Mencionemos que la banda sonora tampoco empalma ni destaca como en la predecesora, tornándose más electrónica que la anterior casi hasta la sobreexplotación. Dentro de los yerros, si bien hay personajes interesantes, diera la impresión que no son explotados debidamente (The Twins, Persephone, etc). Por lo demás, la transferencia y contraste entre la tecnología de niveles inverosímiles con programas tomando un cóctel, se hace menos creíble con la anterior debido a lo que parecen más caprichos visuales que necesidades de la trama. Agreguemos que la idea de una segunda parte es que a su vez, funcione de modo independiente sin hacer de su parte 1 un requisito insalvable, esto claramente queda en deuda.

"Matrix Reloaded" es menos palabras y más coreografías increíbles de pelea, más efectos que ponen a prueba el ojo común y menor cuidado en las formas. Ya no hay tanta filosofía profunda y aparece todo más lineal. Esta segunda parte hace el trabajo sucio, explica demasiado, todo con el fin de preparar el camino para el remate que viene. Una tercera parte cuya referente no será esta secuela dada su calidad, si no que intentará cerrar dignamente el telón, con la estela de 1999 aún brillando.

Recomendación:
Perjudicada por las expectativas. Un trabajo estético destacado pero que excluye a quienes no conocen la saga.