Esta podría definirse como la clásica película que por su sencillez (que no simpleza) encandila al público que la ve. Es una historia abordada con mucho encanto y aunque pueda parecer edulcorada, tiene suficientes meritos para no considerarse así.
Las historias de superación con el personaje protagonista con una cualidad o rasgo distintivo en su haber, suelen afrontar un tema digamoslé convencional y del que un servidor suele sentir debilidad por ellos (Similitudes a encontrar Forrest Gump y un largo etc), y a pesar de que muchas de ellas caigan en manido tópicos (los malos de turno, el clásico equipo, la méjora progresiva de un comportamiento o cualidad etc..) la mayoría de ellas cuentan con un toque especial y de encanto que provocan que estas sean entretenidas y de mayor calidad que otras que plantean otra temática. Si además de esto, le añadimos una gotas de dramatismo bien planteado, unas notables actuaciones (excelente Ed harris) y una historia que carece de pretensiones y de alardes técnicos para reemplazarlos por un ritmo sobrio y tierno, no cabe duda de que nos topamos con una cinta que nos ofrece buen cine, sencillo, agradable y empatizante. Bonita y recomendable.