Tiene bastante parecido con "Atracción fatal". Quizás porque en ambas el protagonista es Michael Douglas y la "tentación prohibida" vuelve a estar presente ante el atractivo de una bella mujer. Se trata, en este caso, de Sharon Stone, quién dio el salto al estrellato tras esta película. La sensualidad de la actriz es uno de los principales reclamos junto a la famosa escena de las piernas cruzadas para ver este film, pionero en su género..
El otro aspecto que lo catapulta es la mezcla tan sugerente de mostrar esta belleza con la perversidad que hay detrás de un asesinato. El erotismo y la intriga nunca se ha manejado de forma combinada tan bien y en tan grandes cantidades como en esta película. Sin embargo, a mi parecer el interesante guion juega a engañarnos despistando toda la atracción sexual que existe entre los protagonistas. Le prestamos demasiada atención a las escenas de sexo sabiendo que, estamos detrás de varios asesinatos. El quid de las cuestión es saber quien ha matado en una primera escena brillante y directa a la víctima. Me alegra que Paul Verhoeven muestre la morbosidad de inicio, y no nos deje ver quién está de todo hasta el final.
Antes de cerrar esta crítica, como no, hay que hacer mención a la sublime melodía que se puede escuchar, potencia la intriga con gran acierto.
Por lo demás, recomiendo esta obra de culto, para amantes de la belleza sensual. Dicho de forma menos modélica, para aquellos que necesiten una masturbación inmediata. Es para quitarse el hipo el atractivo de Sharon Stone. Eso, sumado a la intriga (algo rocambolesca), permiten refrendar como resultado, un entretenimiento de primera categoría.