Aprovechando el tirón comercial que presenta, actualmente, la irrupción de remakes de películas de animación que trasladan la historia original a personajes de carne y hueso, gracias en buena medida a la popularidad de un film como "La cenicienta", nos llega esta historia de magia y hechizo.
Nunca le presté demasiado atención a la historia de la cenicienta, aunque me he visto versiones parecidas como sucede con "Una cenicienta moderna" (6).
La película que nos ocupa es una cinta dirigida con mucha eficacia por Kenneth Branagh, quién reúne a varios actores que realizan buenas intepretaciones, especialmente la madrastra malvada interpretada por una reconocida actriz como Cate Blanchett. Su personaje junto al de sus dos hijas, hacen la vida imposible a la bella Cenicienta cuyo papel recae en una atractiva Lily James, que deja ver su belleza física cuando sale con el vestido azul. El resto de la película no me pareció tan guapa, por lo que el traje pudo tener algo que ver.
En cuanto al vestuario, éste cumple con creces, pudiendo observarse bellos trajes, Se ve que se ha invertido bastante. La BSO, acierta también de pleno, una BSO que potencia la ligera dosis de drama que acontece en una historia de magia que cala fácilmente en un público dispuesto a dejarse llevar por el romance edulcorado y poco creíble -todo sea dicho- y la facilidad en la elaboración de un guión sin mucho que contarnos.
Está claro que, la historia de la Cenicienta no es nada del otro mundo, pero que me ofrezcan una historia de amor con encanto, que al fin y al cabo, ésta me entretenga, y me llegue a conmover, y que el nivel actoral sea bueno, son motivos suficientes para recomendar una película dirigida sobretodo a los que creen en la magia sentimental, en el amor sin importar las clases sociales, en definitiva para aquellos que les guste ver como de algo ñoño y poco creíble se puede crear una auténtica fábula sobre el amor.