En esta película ochentera nos topamos con una pareja que ve la vida de forma totalmente diferente el uno del otro y la verdad se aplica el tópico de: nos llevamos mal al principio pero después no podemos vivir el uno sin el otro. A partir de este concepto, la película se asienta en acción a punta pala: esto es, persecuciones varias, disparos a tútiplen y bombardeos que acrecientan la sensación de peligro. Lo cierto es que el producto, aunque es de acción, en sus comienzos guarda una ligera dosis de intriga, para volverse un tanto monótono en su parte final donde éste género pierde fuelle dando paso al típico escenario de malos contra buenos, con tórturas, acrobacias de los buenos para que el desenlace previsible llegase a buen puerto etc.
De todas formas, es una buena combinación de acción bastante lograda para la fecha y dosis de humor. Así un visionado del film se antoja, cuanto menos recomendable, ya que podemos ver lo que realmente pedimos: un entretenimiento pasajero, con transcurso predecible, en el que la acción está servida, con un componente frenético bastante ameno y donde logramos a través del disfrute instantáneo conectar con los personajes, por lo que el producto lleno de encanto hace rebosar simpatía, y por tanto, se erige en un film bastante aceptable.