Haz click aquí para copiar la URL
Voto de M_Pelegri:
7
Drama Vasil es inteligente, carismático y un número uno jugando al bridge y al ajedrez, pero duerme en las calles valencianas desde que llegó de Bulgaria. Alfredo, un arquitecto jubilado, lo acoge en su casa durante un tiempo ante la mirada atónita de su hija Luisa. Los dos hombres no tienen nada en común, excepto su pasión por el ajedrez. A pesar de sus diferencias, poco a poco Vasil conseguirá romper las barreras construidas por Alfredo. Y ... [+]
6 de noviembre de 2022
8 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
La directora novel Avelina Prat se basa parcialmente en una vivencia de su padre que acogió en su casa a una persona inmigrante durante una temporada para acabar construyendo esta fábula con toques de realismo social en torno a las relaciones interpersonales cercanas y rutinarias en contraposición a los muros de prejuicios que edificamos ante "el otro".

Vasil es un inmigrante búlgaro muy instruido y culto —al margen de ser una "manitas" sabe jugar muy bien al ajedrez, al bridge y domina la cocina— que vive acogido temporalmente por Alfredo y aspira a que su hija pueda venir a vivir en España al margen de su periplo para trabajar o encontrar ayudas para sobrevivir. Alfredo es un arquitecto jubilado que vive solo, cuyas rutinas estrictas lo mantienen en una aislada normalidad. La relación entre los dos le va abriendo una pequeña rendija en su carácter distante que afectará a su frías relaciones y muy especialmente al vínculo con su hija, aspecto que acabará convirtiéndose en la columna vertebral de la película.

La mirada de la directora y guionista Avelina Prat, que deberemos añadir al listado a seguir de la nueva ola de directoras españolas, se aferra a unas tonalidades otoñales —más oscuras con el padre, más claras con la hija—, un relato costumbrista y amable y, por encima de todo, a unas interpretaciones muy acertadas —y premiadas en la Seminci 2022— de Karra Errejalde e Ivan Barnev. Una mirada introspectiva y pausada en torno a un aprendizaje crepuscular con la intención de superar un aislamiento enfermizo. En este sentido el personaje de Vasil funciona como un espejo contrapuesto de un padre que desea el reencuentro con su hija mientras Alfredo la ha convertido en parte de su insulsa rutina sin prestar atención a sus preocupaciones y sentimientos.

Vasil es una propuesta sugestiva, amable y respetuosa que pone en valor las relaciones personales cotidianas y familiares a la vez que hace una fábula sobre la capacidad de las personas para derrumbar los muros de la rutina y los prejuicios. (6,5)
M_Pelegri
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow