Hay una complejidad innecesaria que impregna todo el film a los pocos minutos de haber comenzado y que tiene al espectador más pendiente de no perderse en lo intrincado y confuso de la trama que en ver y analizar lo que aparece en la pantalla.
Es sin duda una de esas películas que en el mejor de los casos no repetirías jamás.
Con pinceladas que pretenden mostrar una ética cuasi religiosa, intenta justificar y crear pensamientos que desembocan en comportamientos basados en pulsiones humanas instintivas, buenas, solidarias que no necesitan para existir más que la vida junto a las demás personas que nos rodean-
Interpretaciones hieráticas de las que se salva la actriz más joven y que ayudan a que el relato nos parezca plano de principio a fin.
Totalmente prescindible aun teniendo algunos momentos aislados de interés-