De hecho en escenas como la de las escaleras y el bate de beisbol o la persecución final en el laberinto yo no pensaba "que miedo!". Realmente estaba pensando "Que bonito! Que forma más genial de utilizar las luces!".

Tambien me gustaban, sin provocarme miedo, las escenas en las que la cámara sigue al niño por los pasillos o en las que la cámara sigue el movimiento del hacha cada vez que Jack golpea la puerta con ella.

Como mucho le quitaría escenas que tratan de provocar ese "miedo del sinsentido y de las situaciones incomprensibles" como por ejemplo esa escena del tío disfrazado de ¿oso de peluche? que se la está ¿chupando? a un señor con traje en una habitación lejana. ¿¿¿A qué coño viene eso???

Y lo de la hermosa joven desnuda que se convierte en una anciana descompuesta... Debe ser una putada que te pase algo así.

Por cierto, ésta es la décima en mi ranking de películas de Kubrick.