Un auténtico clásico de la historia del cine. La vida de T.E. Lawrence, militar británico que participó en varias batallas de las tribus árabes contra los turcos, en un territorio de marcado interés para Occidente por el canal de Suez.
Peter O'Toole, Anthony Quinn, Alec Guinness y Omar Sharif. Un auténtico póker de ases en el que reposa todo el peso del film.
Pero también hay otros elementos destacables. Por un lado, tenemos la inmortal banda sonora de Maurice Jarre, absolutamente conocida por todo el mundo aunque no sepa ni que es de esta película. La grandísima fotografía, sobre todo en las escenas de desierto, es espectacular. Y no hay que olvidar la grandiosidad de los escenarios, en una época donde no había ordenador y todo se hacía a mano y con extras. Podemos ver hasta la plaza de España de Sevilla y creo que también la Alhambra (aunque puedo equivocarme). En resumen, la típica superproducción clásica del cine.
Pero no es oro todo lo que reluce. En su afán por contarnos todos los detalles del personaje histórico, la película tiene un enorme desequilibrio narrativo. Lo siento, pero es que es así. La segunda mitad o último tercio del film, con las negociaciones entre las tribus, me resulta soberanamente aburrida. Y más cuando ya llevamos 3 horas a las espaldas, de un total de casi 220 minutos. En un metraje tan abultado no consiguen mantener el nivel de entretenimiento todo el rato. Termina resultando muy cansina y no demasiado susceptible de ser revisionada. Se hace demasiado pesada, a pesar de su calidad, y esa lacra no se la puedo perdonar. Así que para mí no es de sobresaliente, sino que se queda en el notable.