Hay quien mete la pata continuamente, pero todo el mundo mete la pata alguna vez. No importa lo bueno que seas en tu trabajo, que nadie está libre de equivocarse.
Eso es lo que le ha pasado a Pixar, la grandiosa compañía reina del género de animación, con este dinosaurio (no se si es un “diplodocus” o algo similar de nombre impronunciable).
No me extraña que la hayan estrenado el mismo año que “Del revés”, porque ellos mismos se han debido de dar cuenta que este es un producto muy por debajo de su nivel de calidad habitual. De esta forma habrán compensado sus beneficios económicos anuales, porque si llega a ser su único estreno del año, seguro que se estrellan.
En fin, la película no hay por donde cogerla.
Partimos de una realidad alternativa en la que el meteorito que exterminó a los dinosaurios pasa de largo, y estos evolucionan hasta un gran nivel de inteligencia. Ya empezamos mal. Si estamos hartos de ver animales humanizados y que hablan en la animación, ¿para qué se inventan esto? ¿Para poner la excusa de que llegan a convivir con la especie humana primitiva? Pues cosas más raras se han visto y con más credibilidad para que nos suelten este rollo.
Justifican con eso la supuesta suspensión de incredulidad, y luego se la cargan con miles de cosas distintas. Por ejemplo, aunque estos dinosaurios sean granjeros y construyan cosas, que me expliquen como pueden hacer los nudos de las ramas que forman sus vallas… sin dedos. ¡Ahí llevas! También les vemos escalar montañas alegremente, o dar grandes saltos con su desproporcionado peso. ¿Y por qué les ponen esa dentadura tan humana? ¡Si Darwin levantara la cabeza!
Bueno, entiendo que todo eso son tonterías porque es un film de animación y no un documental del “National Geographic”, pero son fallos que hay que añadir al verdadero error de la película: es mala y punto.
Los gráficos están desequilibrados. Los paisajes son muy bonitos, tanto que si no son reales lo parecen, pero los dinosaurios tienen un diseño muy tosco y esquemático, incluso feo. Si la empresa madre Disney pudo hacer “Dinosaurio” con mucho más realismo, ¿por qué no se lo han trabajado aquí un poco más? Los personajes son demasiado sencillos en su diseño.
Además, el argumento es aburrido. En este viaje no pasan demasiadas cosas interesantes, sino que más bien parece una sucesión de “sketchs” con el niño cavernícola ese. Lo malo es que tampoco es demasiado graciosa. Más bien al contrario, pues por ejemplo la escena en la que se emborrachan con las bayas, es realmente patética y creo que está muy fuera de lugar.
Y así van pasando los 90 minutos, viendo sueños con dinosaurios fantasmas, cavernícolas que andan a cuatro patas y se comportan como si fueran perros (¿por qué?), aúllos a la luna y una banda sonora realmente fea.
Además de todo eso, se les ha ido la mano con el infantilismo. Si por algo se caracterizan las producciones familiares del género de animación, es precisamente porque son familiares. Es decir, que están pensadas para el público de todas las edades, pero este “Viaje de Arlo” me parece que está planteada para menores de 10 años, y a lo mejor por eso no he conseguido conectar con ella. Tiene demasiada ñoñería.
Está claro que no me ha gustado. Debo decir que no es porque Pixar tenga el listón muy alto. No es solo por el hecho de que a los que han hecho “Del revés” o “Wall-E” les tengamos que exigir mucho más y las comparaciones sean inevitables. El título original puede ser “El dinosaurio bueno”, pero esta película es mala, y no se hable más.