Es triste, pero hay que reconocerlo. La primera película de la nueva hornada del sistema 3D no fue "Avatar", que aún estaba en desarrollo, sino esta mediocre cinta de aventuras.
Y como tal la quisieron vender. La película es muy floja y soy muy generoso con ella dándole el aprobado, pero con la novedad del 3D tuvo un relativo éxito.
El principal lastre que tiene son sus efectos especiales. Buscando solamente un efectismo para ser vista con gafas y venderla rápidamente, se nota mucho que no se lo han trabajado en condiciones.
Los efectos especiales son malos, muy malos. Si fuera una película de hace 25 ó 30 años se le podría perdonar, pero es que se nota que todo está hecho por ordenador. Se ve que la han hecho con una pantalla azul detrás, pues la infografía es muy burda, con texturas muy poco trabajadas, con aspecto de dibujo animado mal hecho.
Tal vez viéndola en 3D con las gafas oscuras esto no destaque demasiado, pero es que es una pena que en pleno 2008 tengamos que ver esta cueva de paredes pulidas y con bichos que dan más risa que miedo.
Sin embargo, si uno no es demasiado exigente, la película es muy entretenida. Una historia de aventuras a la antigua usanza en la que no paran de pasar cosas. Como tampoco se toma demasiado en serio a sí misma y encima solo dura 80 minutos, se puede aceptar como entretenimiento ligero.
Brendan Fraser demuestra estar más cómodo con su vis cómica que en su vertiente de héroe, aunque pega en los dos aspectos.
Y poco más se puede decir, salvo que es tan fácil de ver como de olvidar.