Sentimientos enfrentados es lo que provoca esta miniserie.
Desde un pusto de vista imparcial y vista desde la distancia, no deja de ser un producto de serie B para la televisión, con unos efectos especiales que dejan que desear en algunos momentos.
Pero si la ves siendo niño o adolescente, el payaso Pennywise puede dejar huella y provocar pesadillas. Con lo cual, la serie cumple su cometido original de hacer pasar un rato de miedo adaptando una gran novela de Stephen King.
No cabe duda que la historia es bastante absurda, pero King la sabe desarrollar muy bien.
Esta adaptación recoge bien la esencia de la obra, a pesar de que recorta muchísimas escenas. Claro que pasar un libro de 1000 páginas era bastante difícil hacerlo en 3 horas.
Las sucesivas apariciones de "Eso", un ente que se alimenta del miedo y adopta la forma de un payaso para atraer a los niños, provocan inquietud.
Insisto en que no ha envejecido muy bien y es muy distinta cuando se ve siendo niño. Así que la tengo idealizada por los ojos de la nostalgia.
De hecho, si la hubiera visto ahora por primera vez, solo le habría notado defectos. Los actores son normalitos y algunos momentos están realmente mal hechos (escena del restaurante chino o el enfrentamiento final). Pero como digo, lo importante son las emociones que puede llegar a transmitir cuando se vio por primera vez.
Lo mejor, sin duda, Tim Curry como el payaso. Posiblemente un icono menor en la historia del terror.
Y para el que le guste, recomiendo la novela que es algo mejor que esta adaptación.