En este planeta, sus habitantes viven como en los años 50 de la Tierra (aunque tienen coches que vuelan y otras cosas modernas). La tranquilidad se altera cuando llega una nave alienígena... de la NASA.
La principal característica de este film de animación es que aunque se ha rodado en inglés, es de un estudio español al cien por cien.
Y hay que reconocer que el trabajo es digno de competir codo con codo con cualquier película estadounidense de este tipo.
Lo malo es que al final, solamente es una más. Entretenida, divertida, con los típicos valores para los niños, con un diseño de personajes muy simpático. Es decir, ni más ni menos que lo mismo de siempre que nos ofrece el género. Es buena pero parece sacada del mismo molde, con lo cual es tremendamente fácil de olvidar.
Otra cosa que no me termina de gustar es que casi todos los gags humorísticos están basados en homenajes, guiños y referencias a películas de ciencia ficción. Deberían haberse esmerado un poquito más en intentar hacer gracia con algo original, y no con cosas que te hagan decir de qué película han sacado eso. De hecho, el personaje secundario más divertido es un perro que echa ácido y cuya cara suena bastante a cierto bicho.
Pero quitando esos defectos menores, la película es como la gran mayoría de las de animación, es decir, buena sin ser excepcional. Bien por este estudio español.