Tela marinera el cambio de título. Es "Sacrificio de peón", y le encasquetan un "caso". La palabra "caso" es como la palabra "sombra", un comodín que nuestros distribuidores emplean cada vez que un título original no les convence en español. Pues en este caso (valga la redundancia), no es el de "Bourne", ni el de "Wells", precisamente. Este film sobre la vida del famoso ajedrecista, deja bastante que desear.
¿Es esta la peor película de Edward Zwick? Teniendo en cuenta que estamos hablando del director de "El último samurai" y "Leyendas de pasión", entre otras muchas buenas películas, yo diría que sí.
Ya empieza mal la cosa con una gran pifia al principio, cuando pone que están en 1951, e inmediatamente después dice el niño que el coche aparcado en la puerta de casa es un Chevrolet rojo del 52. Aquí han metido la pata hasta el fondo, me parece a mí, aunque no sé mucho de coches no creo que pueda haber un coche de un año posterior en el mercado, digo yo.
El protagonista es el "Spider-man" de las dos primeras películas de Sam Raimi (la tercera es tan horrorosa que no puede ni llamarse película).
Transmitir la inteligencia de Bobby Fischer es complicado, y más aún expresar la importancia de sus logros.
Por muy bien realizada que esté, por muy bien que actúe Tobey, por mucho que se empeñen en hacer una película medianamente buena.... ¡es de ajedrez!
Si ya normalmente la mayoría de títulos de deportes no son demasiado interesantes (quitando las de boxeo), imaginaos cuando el deporte es el ajedrez. Es extraordinariamente aburrida, y eso que apenas vemos los movimientos de las partidas. Ya que va de este juego o deporte, podrían haber mostrado un poco más del mismo para que por lo menos le hubiera gustado a los aficionados. Pues no, tenemos que conformarnos con los primeros planos de los contrincantes, como si con eso consiguieran transmitir la complejidad de unas jugadas que nunca nos enseñan. Aunque, pensándolo bien, ¿mejoraría la cosa viendo las partidas de un juego tan simple en sus reglas como complicado en su dominio? Tampoco estoy tan seguro, la verdad.
Lo del comunismo, la guerra fría y el espionaje son condimentos que no consiguen que este plato sepa mejor. Que hubiera enfrentamiento entre las superpotencias no contribuye a aumentar el interés o la emoción. Sigue siendo una película de ajedrez. ¡¡Al menos en "Rocky IV" podíamos ver las tortas que se daban!!
Las manías de Bobby Fischer tampoco es que lleguen a mejorar un producto intrínsecamente tedioso por naturaleza.
Y mientras más avanza el film, más aburrido se vuelve, a pesar de que vaya aumentando al mismo tiempo la importancia de las partidas. El tedio va creciendo exponencialmente según van pasando los minutos.
A ver si aprenden en Hollywood que hay ciertos personajes o historias que, a pesar de la importancia que puedan tener, no dan pie a una historia digna de ser contada en una película y que quedaría mucho mejor para otros medios, como por ejemplo una novela. Aunque no tenga nada que ver, me ha recordado en cierto sentido a "La red social" o "Steve Jobs", que nos contaban la vida de unos genios en su campo y que hicieron cosas de importancia, pero que como relato narrado en cine eran tan soberanamente aburridas que para mí ya son malas sin posibilidad de redención ninguna.
¡Aburrimiento extremo!