Cuando digo eso de que consigue lo imposible, me refiero simplemente a hacer una película de política y periodismo puro y duro, y que sea entretenida.
Obviamante no es para hartarse de palomitas y ver explosiones, pero "Frost contra Nixon" tiene un ritmo en sus diálogos y unas interpretaciones muy buenas, que hacen que uno no se aburra.
Probablemente, esta historia en manos de un reparto o director cualquiera, habría sido para bostezar a cada minuto y estar continuamente mirando el reloj.
Especialmente buena es la actuación de Frank Langella como el único Presidente que ha tenido que dimitir hasta la fecha.
El periodista David Frost, a quien da vida el camaleónico Michael Sheen, está decidido a hacerle una larga entrevista, en la que se destripará su presidencia y, sobre todo, el famoso Watergate.
Se nos cuenta toda la fase preparatoria y el desarrollo de las entrevistas. Es un auténtico duelo interpretativo que creo que refleja bastante bien la presión periodística y la personalidad de Nixon, quien insistía en negar lo evidente, como todo político.
A pesar de durar cerca de dos horas y estar centrada en el diálogo, como digo su dirección es muy correcta y logra un buen resultado.
Con todo, hay que enfrentarse a ella sabiendo lo que uno va a ver y sin esperar otra cosa. Y por supuesto tampoco está pensada para ser revisionada. Con verla una vez ya tiene uno bastante dosis de Watergate, aún siendo más entretenida en mi opinión que "Todos los hombres del Presidente".