Supongo que esta película habrá decepcionado tanto a la gente porque no da exactamente lo que promete. La venden como una película de tiburones, y no es solo de eso.
Va de una expedición en busca de escualos para nadar entre ellos, pero luego salen muy poco y se tiran más tiempo de mal rollo en el barco, pues el millonario que ha pagado el viaje es un engreído que está discutiendo con su hijo todo el día.
Es en el tramo final cuando se da un vuelco y el paseíto marítimo se convierte en una lucha por sobrevivir.
Ninguno de los actores destaca demasiado a pesar de las situaciones en las que se ven envueltos. Halle Berry sigue sin levantar cabeza desde "X-Men 3". ¡Cuánto daño le hizo el papel de Catwoman! Al menos aquí sale con trajes acuáticos.
John Stockwell está como pez en el agua (literalmente) filmando escenas submarinas. No hay más que ver su filmografía.
Y un gran punto a favor de la película es que los tiburones, si están hechos por ordenador, la verdad es que no se nota nada en absoluto.
Poco más que decir. Prefiero los documentales, como los que ha hecho Jesús Calleja en "Desafío extremo", pero es justo lo suficientemente entretenida para que no me parezca tan mala.