El terror está muy explotado, y desde luego no va a encontrar una nueva revolución en esta película que, salvo en algunas cosas, no innova (ni hace el esfuerzo) lo más mínimo.
El protagonista es Kevin “panceta”, que ya había tocado el género en “El último escalón”. También Radha Mitchell lo pasó mal antes en “Silent Hill”. Bueno, ya que es una película de bajo presupuesto, por lo menos que los actores principales sean decentes ya es un punto a su favor.
Luego tenemos al niño de “Touch”, que como no sea autista en la vida real, le veo encasillado al muchacho. Y como secundario, he reconocido automáticamente al malo de “Aliens” con 30 años más. Me parece que no he visto a Paul Reiser en prácticamente nada desde que fastidiara a base de bien a Ripley y al escuadrón de los culos inquietos, pero he visto tantas veces la epopeya de James Cameron que he pensado “mira quién está aquí”. En fin, dejemos las anécdotas inútiles que no nos llevan a ningún lado, que divago.
Al principio, una más que buena fotografía con esos paisajes de los cañones desérticos, parece que va a dar lugar a una buena película, pero por desgracia se queda un poco a medias.
El film es típico a reventar. Tenemos a la sempiterna amiga invisible, los cansinos ruidos y movimiento de muebles y los sustos habituales, que por cierto son bastante predecibles. Ni sorprende ni asusta, pero al menos entretiene. Aunque reconozco que me gusta mucho el género y a veces dejo el listón demasiado bajo.
Además, da la sensación de ir de más a menos, y la secuencia con la vidente mejicana deja que desear. Está claro que esto no es “Poltergeist” ni mucho menos.
Pero bueno, por otro lado, al menos me ha gustado la explicación de los fenómenos, que al igual que en la reciente “El otro lado de la puerta”, han intentado ofrecer algo medianamente original, aunque solo sea en la explicación, porque insisto que las escenas de terror no son nada del otro mundo.
Lo dicho, es para espectadores que no hayan visto mucho terror o para los que les guste tanto que les dé un poco igual volver a ver lo mismo de siempre. No la veo muy buena, pero tampoco tan mala como la ponen por aquí.