Corren buenos tiempos para los superhéroes. El subgénero que no hace demasiado no nos ofrecía demasiadas alegrías a pesar de su permanente éxito, está tocando techo en calidad.
Tras la genial trilogía de Batman de Christopher Nolan, y el relanzamiento de Marvel con "Los vengadores", DC nos ofrece la vuelta de quien es probablemente el superhéroe más famoso de todos los tiempos.
Bryan Singer lo intentó, pero su película quedaba por debajo de la primera de Christopher Reeve.
En esta ocasión, el peculiar Zack Snyder es el encargado de resucitar al visitante de Krypton, y bien que lo logra.
Con David S. Goyer y el propio Nolan, este Superman vuelve más fuerte que nunca.
El enfoque es un reboot. Nos cuentan lo mismo que en las dos primeras películas de Reeve, pero con un lavado de cara espectacular.
Se nota claramente el tono oscuro que tan de moda está. Esto incluye: ausencia de humor, vulnerabilidad y humanidad del héroe, un apocalipsis creado por los malos y poco enfoque romántico. Es decir, la mejor manera de hacer las cosas bien.
Otro tanto a favor del film es que una vez que el niño Kal-El llega a la Tierra todo se nos cuenta en flashbacks, con lo cual no se hace pesada la etapa de Smallville.
El arranque en Krypton es espectacular, con un Russell Crowe que se sale y unas secuencias muy vistosas y con un gran diseño de producción.
Los malos no son de chiste ni mucho menos. El general Zod provoca terror por donde quiera que va. Hay tremendas escenas de destrucción y lucha, que creo que baten todos los récords de dejar terrenos arrasados y en escombros. No sale Lex Luthor aquí, seguramente lo reservan para futuras entregas.
Me quito el sombrero también ante la partitura de Hans Zimmer, que sigue la senda oscura de Nolan para ofrecernos espectaculares piezas que consiguen incluso que nos olvidemos del tema de John Williams, que ya es decir.
Henry Cavill está muy creíble en su papel. Aunque la seriedad que impera en toda la historia no da pie a que pueda tener muchos registros en su interpretación. El nuevo traje es mucho más serio y creíble que las versiones anteriores.
El ritmo que imprime Snyder es auténticamente brutal. La película es bastante larga y se hace
corta, pero es que no le sobra nada. Tras los breves tiempos muertos que tiene, que por otra parte son necesarios, todo es frenético a más no poder.
En resumen, lo que viene a ser una gran película de superhéroes. Espero que tanto en Marvel
como en DC tomen buena nota de cómo hacer bien las cosas, y no nos machaquen con otros títulos infantilizados o aburridos.
De momento el listón está muy alto con este Superman y las últimas de Batman.
Ojalá sigan así.