Crítica escrita tras ver la serie completa.
Es curioso que esta miniserie haya tenido poca repercusión. He sabido de ella porque me la han recomendado, pero no había visto información ninguna en las páginas habituales de cine y televisión que visito. Me llama la atención porque hay series mucho peores que esta, a las que les han dado mucho más bombo.
Lo primero que más me ha sorprendido es que el director sea Ben Stiller. Hasta he entrado en la "imdb" para confirmar que no era otro cineasta con el mismo nombre que el de "Algo pasa con Mary" y "Los padres de él". Pero sí, es el actor cómico el que ha llevado las riendas de este drama carcelario, y a fe que no le ha salido mal del todo para ser especialista en cine de cachondeo.
Benicio del Toro está tan bien como siempre. Hace de un tipo bastante "borde", que junto con la expresividad del actor da lugar a una estupenda interpretación.
Paul Dano me ha sorprendido. No le tenía por un buen actor hasta ahora.
Luego está también Patricia Arquette, que o está envejecida con maquillaje o, simplemente, los años no la han tratado demasiado bien. Es cierto que ya ha pasado un cuarto de siglo desde "Amor a quemarropa", pero no esperaba verla tan desmejorada. De todas formas su talento interpretativo no ha bajado, y hace un buen papel. Otra cosa es que su personaje (Joyce) me resulte extraordinariamente patética y estúpida.
Entre los secundarios, está David Morse, al que hacía mucho tiempo que no veía, pero que no tiene un rol muy importante.
Pues bien, como thriller carcelario, no es de lo más habitual en el género. Quizás se deba a que está basada en hechos reales, pero el caso es que no veo que siga los mismos patrones o clichés de siempre. Por ejemplo, empieza y los protagonistas ya están en la cárcel, sin que sepamos cómo han llegado a verse encerrados (no es "spoiler", porque pasa en el primer capítulo), al menos al principio.
Por otro lado, el drama y desarrollo de personajes tienen tanto o más peso que la propia fuga del título. El ritmo es bastante tranquilo, incluso para ser una miniserie. Esto no es como "Prison break" o el videojuego "A way out" ni mucho menos, y defraudará a los que esperen algo parecido.
El problema es que esto le sigue pesando a la serie según avanza. Es lenta hasta en los episodios y momentos en los que tendría la obligación de no serlo. La emoción, tensión y empatía por los personajes (al menos para mí) brilla bastante por su ausencia. A esto no ayuda mucho su prácticamente inexistente banda sonora. De hecho, el último episodio, que es doble y dura 100 minutos, se me ha hecho bastante cuesta arriba.
No quiero decir que no me haya gustado, pero hubiera preferido que los episodios fueran más cortos o que se centraran un poco más en el plan de fuga en sí, porque a veces da la sensación de que están rellenando tiempo. Y esto no debería pasar en una producción de tan solo ocho episodios. La sensación es que podrían haberlo contado todo perfectamente en la mitad.
De todas formas, no está mal para ver un thriller carcelario basado en hechos reales y con un buen reparto. Pero creo que podría haber estado bastante mejor.