La siempre talentosa Chloë Grace Moretz encarna aquí a una mujer fuerte con una misteriosa misión de transporte en un avión de combate de la Segunda Guerra Mundial.
Tras los esperables momentos machistas, en esta cortísima película van directamente al grano.
Es un thriller de entorno cerrado con toques de acción, que engancha por saber qué demonios habrá en la maleta y lo que se trae esta chica entre manos.
Moretz cumple. Esta actriz siempre me ha gustado y lleva demostrando que hace las cosas bien desde que era literalmente una niña.
La película le da un protagonismo total y absoluto, y en un escenario prácticamente único. Al mismo tiempo, tiene buen ritmo y sabe entretener y mantener el interés todo el rato, como solo los mejores thrillers minimalistas (como por ejemplo “Enterrado”) saben hacer.
Es una película muy interesante, y más para ser de las que llegan sin hacer ruido alguno y sin que uno se espere demasiado. Ha sido una grata sorpresa, que solo falla en la banda sonora rollo “Tron”, que ni es buena ni encaja con una historia como esta.