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España España · Córdoba
Voto de i42poloj:
6
Drama Adaptación de un libro de John Carlin (Playing the enemy). En 1990, tras ser puesto en libertad, Nelson Mandela (Morgan Freeman) llega a la Presidencia de su país y decreta la abolición del "Apartheid". Su objetivo era llevar a cabo una política de reconciliación entre la mayoría negra y la minoría blanca. En 1995, la celebración en Sudáfrica de la Copa Mundial de Rugby fue el instrumento utilizado por el líder negro para construir la unidad nacional. (FILMAFFINITY) [+]
19 de mayo de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nuevo drama dirigido por Eastwood y protagonizado por su buen amigo Morgan Freeman. Como todas las películas de "Harry el sucio" desde aproximadamente una década a esta parte, se trata de una película seria que trata de algún tema o personaje enfocado de una forma en la que no se ha solido tratar antes.
Freeman es Nelson Mandela, como no podía haber sido de otra forma. Por azares del destino, su parecido físico es extraordinario. Solo han necesitado ponerle el peinado y nada más. Y bien que le viene eso al cine porque además de parecer que la está haciendo el propio "Madiba", obviamente Freeman borda su papel.
La personalidad de este maravilloso estadista, figura clave en la historia reciente de África, queda perfectamente reflejada en la película. Un hombre dado a su pueblo y a la libertad, que luchó pacíficamente por sus objetivos y ha quedado para el recuerdo como ejemplo de lo que todo buen político debería ser y hacer.
Por tanto, la parte del film que trata de su persona, es sin duda lo más interesante. Los piques entre su personal, sus frases, filosofía y su forma de ver la vida desde luego son dignos de ver.
El problema lo tenemos cuando entra en escena todo el tema del rugby. Doy por hecho que todo lo que se nos está contando son hechos reales. Y al parecer, el simbolismo político e ideológico que recayó en este equipo de cara al mundial de 1995 tuvo la importancia que se nos trata de transmitir. Pero, sinceramente, todo ello estropea bastante el resultado final. A pesar de que algunos momentos sean impactantes (ambiente del estadio, danza del equipo de Nueva Zelanda), hay como una media hora de partido que realmente sobra. Probablemente a Clint Eastwood le encante este deporte, y es por ello que se recrea en el partido. Pero a mí personalmente todo esto me importa bien poco, y prefiero ver la parte de Mandela, porque este deporte me aburre, además de que no lo entiendo.
Una pena, porque si se hubieran centrado solo en Mandela, la película sería notable o incluso sobresaliente.
i42poloj
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