Una de las muchas películas históricas épicas que surgieron en los años 60 y 70, con reparto excepcional y escenas a base de extras.
En esta ocasión se nos cuenta un desconocidísimo conflicto del siglo XIX en Sudán. He descubierto este film ahora, y creo que no es demasiado bueno, pero no pienso que sea porque me engañe la perspectiva del tiempo.
La épica que debería tener es casi inexistente, pues se limita a una única batalla en el asedio del final, en poco más de 10 minutos.
El resto es un prólogo para esa batalla, en el que los personajes básicamente lo único que hacen es hablar en escenarios interiores. Carece por tanto de la grandiosidad de otros títulos similares como "Lawrence de Arabia" o cualquier otra del gran Charlton Heston.
Vale que los protagonistas están tan bien como siempre. Y la ambientación, los escenarios, decorados y vestuarios son aceptables, aunque estén muy por debajo del nivel que una supuesta superproducción de este tipo debe tener. Pero todo eso da igual cuando algunos elementos de la producción y el propio argumento lo echan todo a perder.
La película es exageradamente aburrida. En ella, como he dicho antes, parece que no pasa absolutamente nada hasta el mismo final. Lo malo es que cuando este llega, la batalla tampoco es nada del otro mundo y está bastante mal hecha. Podemos ver espadas que se cimbrean porque son de plástico, extras que se caen antes de que les disparen, explosiones superpuestas muy mal hechas, y heridas con colorante por sangre que casi hacen daño a la vista. Soy plenamente consciente de que en 1966 no tenían los medios que hay ahora, pero hay otras películas del estilo y de la época que están muchísimo mejor hechas.
Por cierto, no sé si es cosa mía, pero me ha parecido que los árabes de piel oscura son occidentales a los que les han pintado la piel. Quizás esté equivocado pero esa es la impresión que me he llevado.
Se queda en nada, pues el listón del cine histórico está muy alto y aquí no han conseguido ni siquiera rozarlo. Con razón es una película completamente olvidada en la memoria colectiva, a pesar de ser del popularísimo Heston.