¿Qué es lo mejor de "Lo mejor de Eva"? Pues ni idea, porque se trata de un thriller muy convencional y justito en el que Watling encarna a una juez sin vida social que se ve envuelta en una relación con un testigo, que a la vez es gigoló.
El problema viene del hecho de que juez y testigo del mismo caso no deben verse fuera de la sala de justicia, y claro, como se puede uno imaginar, estos dos terminan haciendo algo más que hablar del juicio cuando se ven.
Sin embargo, ni deslumbra como intriga judicial ni como el thriller erótico que podría haber sido, quedándose en la medianía en todos los aspectos.
Hasta los pocos giros argumentales que tiene se pueden prever. Tan solo se puede destacar la aceptable interpretación de la protagonista.