Crítica escrita tras haber visto la primera temporada completa.
En esta producción televisiva de calidad, tenemos la fortuna de disfrutar de un gran actor que, en el cine, no ha tenido muchas ocasiones de ser el protagonista absoluto. El de “Sunshine” y “28 días después” aquí se desvela como un excelente intérprete, en su papel de líder de esta banda de mafiosos de Birmingham en los años 20.
La serie es de esas en las que no se escatima en gastos en la recreación histórica, con un gran diseño de producción y puesta en escena, y un reparto que da lo mejor de sí.
La música, en ocasiones demasiado moderna para la época, curiosamente encaja bien con las imágenes.
En cierto modo, su estilo me recuerda a “Boardwalk empire”, pero “Peaky” es muchísimo mejor. Ambas tienen en común un desarrollo relativamente lento y que gastan más tiempo en desarrollar los personajes y secuencias de diálogo que avanzando en la trama. A diferencia de la serie de Steve Buscemi, aquí las temporadas tienen pocas entregas, con lo cual no se hace tan pesada como aquella. Y el ritmo y los acontecimientos también resultan ser bastante más interesantes.
Contiene todos los elementos esenciales del género de mafia, que aunque en él esté ya todo inventado, no quita para que casi siempre ofrezca calidad, como es el caso.
Entre los personajes secundarios, me quedo con el implacable Sam Neill. Parece que el de “Jurassic park” no está teniendo mucha suerte en el cine en su etapa más veterana, pero por suerte encuentra hueco en televisión, y probablemente este sea su mejor trabajo en dicho formato. Su conflicto con Thomas Shelby es de lo que más me ha gustado.
También tenemos a Annabelle Wallis, en un rol de mujer fuerte y con convicciones dentro de un mundo absolutamente machista. La actriz también se sale con su interpretación.
Además, las diferentes líneas argumentales, tanto en los negocios escabrosos, como en la persecución policial y los dramas familiares, están combinados con meticulosidad para conformar un resultado realmente bueno.
Una serie que nadie se debería perder, aunque no esté en el “top” de las más conocidas por el gran público.