Podría ponerme en plan destructivo por ser un “remake”, por tener canciones metidas con calzador y por ser un producto pensado en la explotación de la nostalgia y que solo busca hacer taquilla. Y esa era mi idea antes de verla, pero no puedo.
Y es que, contra todo pronóstico, me ha parecido una auténtica maravilla, y aunque suene a herejía, me ha gustado aún más que la original de animación.
Igual que no hay un genio más genial que Will Smith, no podrían haberla hecho mejor. Disney sabe muy bien lo que se hace.
Desde el diseño de las calles de Agrabah, hasta la cueva, el palacio y el vestuario, todo tiene una factura espectacular.
El “casting” no podría ser mejor. Con actores no conocidos pero que encajan como un guante en los personajes que todos recordamos. Especialmente Naomi Scott, cuya belleza es descomunal, pero también logra imprimir a la princesa personalidad, fuerza e independencia, que eso es algo que Disney siempre trata de integrar en sus películas, sabiendo que van a ser visto por gran parte del planeta. Y no puede ser de otra forma en los tiempos que corren.
Pero lo mejor de todo es Will Smith. Su elección no podría ser más acertada. Solo se me ocurre otro actor para hacer de genio, que sería Jim Carrey. Pero teniendo en cuenta lo hundida que está su carrera y sus historias fuera de pantalla, parece que los de Disney lo han tenido claro con el actor de “Soy leyenda”. Es la guinda del pastel para ganarse al gran público.
Sus gracias, verborrea y forma de ser parecen tan propias de Smith como del personaje. Además, le han escrito nuevas escenas para lucirse (ese baile), que son realmente divertidas. También hay algunos pequeños cambios y añadidos en general (incluyendo una bonita canción de Jasmine), que hacen que no sea ver una simple fotocopia con gente de carne y hueso.
En cuanto a la música, estoy seguro que si no me hubiera criado viendo la de animación miles de veces, me echaría para atrás. Nunca me han gustado los musicales. ¿Quién se podría creer que Aladdin y los guardias van cantando en medio de una persecución? Pero como la otra película la llevo en las venas, no solo puedo soportar estas secuencias, sino que hasta me gustan. Y es que estas melodías perfectamente coreografiadas con la acción, pueden llegar a emocionar. Hay que decir también que el trabajo de los actores de doblaje en España ha sido excepcional.
Dicho todo esto, está claro que, por una vez, estamos viendo un “remake” que merece la pena. Todo un homenaje nostálgico a los que crecimos viendo la de animación, pero perfectamente pensada para gustar a todo el mundo. De hecho, muy inteligentemente, los momentos que habrían quedado más ridículos hechos con imagen real, directamente no aparecen. Si es que estos de Disney se las saben todas.
Si no fuera porque la idea no es nueva, posiblemente sería una obra maestra del cine familiar de aventuras.